Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Pintar la prehistoria en una cueva de cartón

El grupo de investigación autónomo De la roca al metal ofrece actividades divulgativas para dar a conocer los orígenes del arte y de la metalurgia.

Los niños son guiados hasta una cueva, donde estarán a cobijo durante un buen rato. Allí, se dedican a pintar en las paredes, aprovechando para sus figuras las protuberancias de la roca. Otros interpretan lo que sus compañeros dibujan. Y de esas interpretaciones aprenden también los mayores que los acompañan, que no son hombres prehistóricos como parece, sino investigadores y divulgadores científicos de De la roca al metal.


La cueva, aunque no lo parece, es de cartón y se halla en el mismo colegio de sus ocupantes. Al terminar la actividad, con la que han experimentado el origen del arte rupestre prehistórico, la cueva es desmontada y trasladada a otro centro educativo.


'El arte en la Prehistoria' es una de las actividades divulgativas de De la roca al metal, un grupo de investigación en arqueología, autónomo y especializado en la historia de la metalurgia. La ofrecen a los colegios y la han disfrutado ya muchos alumnos zaragozanos de centros de educación especial; una actividad ligada a una de sus líneas de investigación, la que desarrollan en el Pirineo, concretamente en torno al yacimiento de El Esplugón. Lo excavan en colaboración con la Universidad de Zaragoza. “Allí hemos encontrado indicios de población prehistórica y tenemos en proyecto hacer una reconstrucción paleoambiental con el Instituto Pirenaico de Ecología”, cuenta Abel Berdejo.


Las cabeceras de los ríos Guarga, Isuela, Guatizalema, Flumen y Alcanadre son, por su abundancia en arte rupestre, lugares habituales de trabajo de los arqueólogos de De la roca al metal.


También excavan en el yacimiento de Villavieja, en Granada, de la Edad del Cobre, junto al experto en tecnología lítica Antonio Morgado, de la Universidad de Granada.


Y de su investigación en el origen de la metalurgia, cuelgan otras actividades divulgativas que ponen los materiales directamente en las manos del público, para que sea este quien experimente y guarde así mejor la información. “Entendemos así la divulgación -dice Abel-, con la gente probándolo todo”. Si es aprobada su propuesta, en las próximas fiestas del Pilar tendrán los zaragozanos ocasión de indagar en los orígenes de la metalurgia con De la roca al metal.


Fundiciones y reducción de minerales en directo hacen que la metalurgia sea comprendida por todo el mundo y que la actividad se recuerde siempre. “Utilizamos la metalurgia para exponer las técnicas de arqueología experimental, las que sirven para reconstruir el pasado”. En septiembre, De la roca al metal participará en la quince edición del Curso de Arqueología Experimental de Caspe.


La gestión del patrimonio es otra línea de investigación del grupo, la que en estos momentos acapara su agenda. Contratados por el Ayuntamiento de Toledo, siguen la pista de la prehistoria por las lagunas de Villafranca de los Caballeros, evalúan el patrimonio oral, de cara a la creación de un archivo de historia oral, y barajan la posibilidad de restaurar dos enclaves destacados de la Guerra Civil. “Investigación participativa” es como Abel Berdejo lo llama. Los vecinos de Villafranca ayudan al equipo de De la roca al metal “con dinámicas de participación”. Está previsto que los resultados de su trabajo se incorporen al museo etnográfico del municipio.


Berdejo, Hugo Ábalos, Noemí Barrientos, Héctor Conget, Andrés García Arilla y Andrés Rodríguez componen, junto a una larga lista de colaboradores, el equipo de arqueología de De la roca al metal. Su objetivo: conservar la memoria histórica, porque, para ellos, “el pasado es una forma de justificar el presente”.

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