Sabores de riesgo: patatas fritas con sabor a gofre con pollo o helado de pitón

Helados de paella, bebidas de hamburguesa, chicles de bacon... El universo de los tentempiés incluye combinaciones no aptas para todos los paladares.

Caramelos con sabor a delicoso... bacon.
Caramelos con sabor a delicoso... bacon.

El mundo del tentempié se ha complicado mucho en los últimos años. Si hasta hace bien poco solo se podía elegir entre patatas fritas onduladas o lisas, de repente las opciones son tantas que uno se queda paralizado ante el lineal del supermercado, incapaz de decidir ante semejante oferta de sabores: con pimienta y vinagre, al punto de sal, con aceite de oliva, sabor mostaza y miel, sabor barbacoa, con trufa negra, fritas en sartén, sabor a pizza y queso…


Y eso solo en el rincón de las patatas fritas. Porque el mundo del antojo es muy amplio y casi cualquier producto tiene versiones de sabores insospechados. Muchos productos no están a la venta en España, y fuera de nuestras fronteras pueden encontrase combinaciones aún más raras que las que se ven por aquí. Pero gracias a internet todo está a un golpe de clic, dispuesto a satisfacer a los consumidores más curiosos… y osados, porque algunos productos son a prueba de valientes.


No son todos los que están, pero aquí va una pequeña selección de algunas rarezas que pueden encontrarse: Patatas fritas:Más allá de las versiones nacionales mencionadas más arriba, en otros países se venden combinaciones que, a ojos de un consumidor español, suenan cuando poco extrañas. Así, en el mercado anglosajón hay patatas fritas cubiertas de chocolate con leche, con sabor a wasabi y jengibre, a ensalada césar, a canela y azúcar, a kiwi, a jarabe de arce, a capuchino, a gofre con pollo, a menta  o a sándwich de pollo con tomate.


Y luego está el mundo asiático, donde las mezclas se desmadran un poco. Hay patatas con sabor a pulpo, a sopa de pescado, a pepino, a ensalada de aguacate, a menta, a arándanos, a vieira, a té con limón… ¿Alguien se anima? Helados:En el caso de los helados no hace falta irse tan lejos para probar sabores sorprendentes, ya que muchas heladerías españolas venden especialidades peculiares.


En Huesca, la heladería Elarte ofrece un centenar de sabores, entre los que se incluyen el sorbete de olivas con anchoa o de pimiento asado, el helado de albahaca, de yogur de leche de oveja, de chorizo, de picadillo de Soria, de salsa mole, de wasabi, de manzanas asadas, de castañas, de aceite, de romescu…


La asturiana heladería Islandia incluye en su carta helado de fabada, de sidra, de queso de cabrales, de oricios, de orujo, de centollo, de cabracho, de vieira, de ajo, de gazpacho, de calamares en su tinta, de almejas a la marinera, de cocido, de kalimotxo, de callos de palomitas de maíz…


Aunque quizá la palma se la lleve la valenciana heladería Llinares, que ofrece más de 500 sabores distintos, entre los que pueden encontrarse helados de paella, de mejillones en escabeche, de lentejas a la riojana, de rape con verduras, de tortilla de patata, de tortilla española, de vichysoisse o de tomate en adobo, entre otros muchos.


Y aunque suenen extraños como sabores de helado, en otros países hay cosas todavía más curiosas, como los japoneses helados con sabor a carne de caballo, a pitón, a medusa o a sopa de miso. Chicles y caramelos:Aquí se demuestra especialmente que el gusto es una cuestión cultural, porque en el mundo de la chuchería hay sabores que triunfan en algunos países y que en otros resultan directamente repugnantes. En México gustan las golosinas con chile (muy picantes) y en Asia son comunes los caramelos con insectos.


En cuanto a sabores, además de los clásicos fresa, menta o hierbabuena, es fácil encontrarlos de sandía, de melón o hasta de wasabi. Ya en otras latitudes se venden caramelos de pepinillos al eneldo, de nachos con queso o de cebolla. Y hay chicles de perrito caliente, de bacon, de cactus, de queso azul, de foie gras o de albóndigas. Palomitas:Algunos de estos sabores poco comunes tienen mucho que ver con Aragón. Así, desde Zaragoza, la empresa Pop It distribuye para toda España palomitas que saben a frutos del bosque, fresas y chocolate blanco, 'canela&cream', pantera rosa (fresa y chocolate blanco), chocolate suizo, doble chocolate o ‘cookies&cream’.


La compañía, además, prepara otras combinaciones más arriesgadas como palomitas con sabor a jamón, trufa, queso azul o cebolla, entre otros. Bebidas:Esta misma semana se ha presentado un pacharán elaborado en Biescas que sabe a trufa. Pero hay bebidas mucho más raras en el mercado.


La marca Meat Water, por ejemplo, elabora bebidas con aspecto de aguas vitaminadas pero que, en realidad, sustituyen a una comida. De hecho, sus sabores son equivalentes a platos completos tan (poco) sugerentes como pechuga de pollo, espinacas y cebolla; hamburguesa de ternera con queso cheddar; pollo tandoori, o taco de chorizo.


Pero en cuestión de variedad, y rareza, es difícil superar a la marca Pepsi. Aunque muchas de ellas se venden solo en determinadas áreas geográficas, existen pepsis con sabor a judías dulces (Pepsi Azuki), a pepino (Pepsi Ice Cucumber), a yogur (Pepsi White), a Jengibre (Pepsi Red), a leche y fresa (Pepsis Pink), a helado (Pepsi Ice Cream)… y así decenas de sabores diferentes.

DonutsEn España los comemos glaseados, de chocolate negro y, como mucho, cubiertos de chocolate coloreado con dibujos de todo tipo. Pero más allá de nuestras fronteras, lo de los donuts parece de otro mundo.


Sobre todo, porque nosotros lo consideramos un bollo dulce, pero las combinaciones -muy especialmente en Estados Unidos- son de todo tipo y condición. Donuts pizza margarita, donuts con bacon, con chuleta de ternera, con pollo rebozado, con cerdo y algas...


Casi cualquier cosa acompaña a este bollo, convirtiéndolo en el que podría ser el plato completo menos sano de la galaxia.

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