Es blanca, tirando a pequeña, algo cuadrada y de indudable calidad y rusticidad. ‘La judía del Recao’ que se conserva en el Banco de Germoplasma de Hortícolas del Cita procede de una colecta hecha en el año 1986 «y muy bien pudiera ser la auténtica judía autóctona binefarense para elaborar el famoso y auténtico recao (una receta publicada por el cocinero Teodoro Bardají en 1922)», señala Cristina Mallor, responsable del banco. El año pasado, «Ismael Ferrer, cocinero profesional, profesor de Escuela de Hostelería, colaborador del proyecto ‘Pon Aragón en tu mesa’ y un verdadero entusiasta de las variedades locales, como conocedor del recetario aragonés, nos animó a cultivar esta variedad». Tras su puesta en cultivo en la parcela experimental del Cita, se ha verificado su buen comportamiento agronómico. Además «se realizó una cata de la que salió muy airosa. Por eso creemos que tendría mucho potencial la recuperación de su cultivo».

Es una variedad tradicional para grano seco, característica de la huerta montisonense en la provincia de Huesca. Vivió su momento de auge en los años cincuenta y sesenta, pero, con el desarrollo industrial, dejó de cultivarse. En la actualidad, solo algunos hortelanos la producen para el autoconsumo. El Cita, que asegura su conservación a largo plazo en el Banco de Germoplasma, trabaja desde 2013 para recuperar su cultivo. A día de hoy, la Judía Caparrona de Monzón está perfectamente descrita y se ha obtenido una cantidad suficiente de semilla de calidad (buena germinación y libre de virus) para iniciar la recuperación de su cultivo.

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