El tren camaleónico

?Una compañía ferroviaria de Japón proyecta un convoy que se mimetiza con el paisaje gracias a una superficie semirreflectante.

La vuelta de tuerca del tren bala se llama se llama 'tren invisible'. Japón, país al que nadie le tose en cuestión de alta velocidad sobre raíles, cree que ha llegado el momento de que los cánones estéticos del siglo XXI inspiren al ferrocarril. La arquitecta Kazuyo Sejima ha presentado un bello diseño que pretende hacer que el tren se fusione con el paisaje. La compañía que patrocina el audaz modelo es Seibu Railway.


Kazuyo Sejima, que ganó el premio de arquitectura en 2010, ha pensado en dotar de espejos la superficie del tren, con el fin de que el paisaje y el ferrocarril se armonicen amigablemente. La aspiración de Sejima es algo así como inventar un tren que actúe como una de esos insectos que se mimetizan con el entorno y que basan su supervivencia en pasar desapercibidos. De esta manera, el recubrimiento exterior de los vagones será lo más parecido a una piel semirreflectante.


La nueva criatura se llamará 'The Limited Express' y será el regalo con que el consorcio nipón se homenajee a sí mismo. La compañía, que se enorgullece de transportar 150 millones al año de pasajeros solo en la línea que va de Osaka a Tokio, cumplirá en 2018 cien años. Y lo va a celebrar a lo grande, con la botadura del convoy más discreto que jamás haya circulado.


"El tren viaja por diferentes escenarios, desde las montañas de Chichibu hasta el centro de Tokio, y por ese motivo pensé que sería bueno que el tren pudiera coexistir armónicamente con esta multiplicidad de entornos", asegura la arquitecta, según informa el portal FastCoDesign.


Aunque es la primera vez que Sejima diseña un ferrocarril, seguro que lo hace bien. Cuando ganó el premio Pritzker, tenido por el Nobel de la arquitectura, fue reconocida por la ligereza de sus edificios. En España es conocida porque con su compañero, Ryue Nishizawa, alumbró la ampliación del IVAM valenciano, uno de esos tantos proyectos que desbarató la crisis. No vieron su idea materializada, pero al menos se embolsaron 3,5 millones de euros.


Sobra decir que Japón es a la alta velocidad lo que Jabugo al jamón. La última proeza de los nipones es un convoy que va como un tiro. Se trata de un tren de levitación magnético que hace un año alcanzó los 590 kilómetros por hora, y eso que el recorrido se hizo en pruebas. Para obrar el milagro los trenes 'Maglev' usan motores lineales instalados cerca de los raíles. El campo magnético suspende el tren unos diez centímetros, lo que evitar el rozamiento de las ruedas con los raíles.


Eso sí, a veces los japoneses tienen ideas excéntricas y de dudoso gusto. Una de las últimas ocurrencias de los responsables de dos líneas ferroviarias de la prefectura de Ibaraki ha sido vestir a azafatas con disfraces del manga.

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