El Papa en la sinagoga: "La violencia se contradice con la religión"

"Cada ser humano, como criatura de Dios, es nuestro hermano", señaló Francisco ante la comunidad judia.

El papa Francisco en la sinagoga de Roma
El papa Francisco en la sinagoga de Roma
EFE/EPA/ANGELO CARCONI

El papa Francisco defendió "que la violencia del hombre sobre el hombre se contradice con cualquier religión", durante su discurso en ocasión de su primera visita al Templo Mayor, la principal sinagoga de Roma.


"La violencia del hombre sobre el hombre está en contradicción con cualquier religión digna de este hombre, en particular con las tres religiones monoteístas", dijo Francisco.


A igual que ya hicieron sus predecesores, después de la histórica primera visita de Juan Pablo II el 13 de abril de 1986 y la de hace justo hoy seis años de Benedicto XVI, Francisco quiso visitar la sinagoga para reforzar las relaciones entre judíos y católicos.


A la comunidad judía, Francisco explicó que no hay perder de vista los grandes desafíos que el mundo debe afrontar como el de la ecología integral y en el que, aseguró, "judíos y cristianos pueden y deben ofrecer a la humanidad entera el mensaje de la Biblia sobre el cuidado de la creación".


Pero también les habló del esfuerzo y el empeño que los representantes religiosos deben afrontar para construir la paz y la justicia en un momento en el que "los conflictos, guerras, violencias e injusticias abren heridas profundas en la humanidad".


"Cada ser humano, como criatura de Dios, es nuestro hermano, independientemente de su origen o de su pertenencia religiosa. A cada persona hay que mirarla con benevolencia, como hace Dios, que otorga su mano misericordiosa a todos, independientemente de su fe o procedencia", afirmó.


Instó entonces "a rezar a Dios con insistencia para que ayude a practicar en Europa, en Tierra Santa, en Oriente Medio, en África y en cualquier otra parte del mundo la lógica de la paz, la reconciliación, del perdón y de la vida".


"Ni la violencia, ni la muerte tendrán nunca la última palabra delante de Dios", dijo.


Entonces explicó como el pueblo judío "ha vivido la violencia y la persecución hasta el exterminio de los judíos europeos durante el Holocausto".


"Seis millones de personas, solo porque pertenecían al pueblo judío, fueron víctimas de la más inhumana barbarie perpetrada en nombre de una ideología que quería sustituir a Dios con el hombre", afirmó.


El pontífice recordó que más de mil personas, entre ellos mujeres y niños, de la comunidad judía de Roma fueron deportados a Auschwitz (Alemania) el 16 de octubre de 1943 y pidió "que sus sufrimientos, sus angustias, sus lágrimas no sean nunca olvidadas".


Francisco lanzó entonces un llamamiento para que el pasado "sirva de lección para el presente y el futuro", pues, señaló, que "el Holocausto, enseña que se necesita siempre la misma vigilancia para poder intervenir inmediatamente en defensa de la dignidad humana y de la paz".


El papa argentino, que recordó sus excelentes relaciones con los representantes judíos cuando era arzobispo de Buenos Aires, recordó los pasos adelante que se han dado en estos últimos años desde la Declaración "Nostra aetate" tras el del Concilio Vaticano y de la que se cumplen 50 años.


"Queridos hermanos mayores, tenemos que estar verdaderamente agradecidos por todo lo que se ha realizado en estos últimos 50 años porque entre nosotros han crecido y se ha profundizado la comprensión recíproca, la confianza mutua y la amistad".


Y se despidió pidiendo que "el Señor" conduzca el camino de judíos y católicos "hacia un futuro bueno, mejor".

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