Treintañeros jugones

Los videojuegos ya no son cosa de niños. Ni de adolescentes. Ni siquiera de veinteañeros. Poco a poco, la edad media del usuario de este tipo de ocio va aumentando. Aquellos que comenzaron jugando a la Gameboy, a las primera PlayStation o a la desapercibida Game Cube continúan disfrutando de sus horas libres con una PS4, una Xbox o una Wii. Y también del ordenador de casa, los 'smartphones' o las tabletas, ya que el videojuego ha roto también las fronteras del formato además de la de la edad.

Cuatro de cada diez adultos españoles afirma jugar a los videojuegos, según un estudio de la Asociación Española de Videojuegos (AEVI). Y en el futuro serán más. Cuanto más tiempo pase, más gente que ahora está en el bachiller o en la universidad seguirá jugando cuando pasen la barrera de los treinta años. Y solo un 16,8% consideran que esta forma de pasar el tiempo es libre es cosas de niños.

De este 38,9% de los adultos que juegan, un 26,2% son usuarios habituales (que juegan a diario, varias veces a la semana o al mes) y un 12,7% ocasionales (mínimo una vez al mes). También hay una diferencia de más de doce puntos entre sexos: el 45,3% de los hombres frente al 32,8% de las mujeres.

Por franjas de edad, es abrumadora la presencia de los videojuegos entre los veinteañeros (tres de cada cuatro jóvenes entre los 18 y los 29 años juega), cifra que desciende veinte puntos entre los 30 y los 44 años (juega el 54,3%). Es decir, la mitad de los treintañeros que se engancharon a finales de los noventa y principios del siglo XXI, continúan con esta forma de ocio y negocio. Solo en el pasado 'Black Friday', se vendieron 86.800 consolas y 353.510 videojuegos. La facturación llegó a 39,6 millones. En 2014, según datos del anuario de AEVI, las empresas de este sector facturaron 966 millones, 755 procedentes de las ventas físicas y 214 de los videojuegos 'online'.Situación familiar

También se producen diferencias entre los jugadores según su situación familiar. Ellos pasan más horas con los videojuegos cuando no tienen descendencia (47,2%) que cuando tienen a los pequeños por casa (42,2%); en cambio, ellas juegan más cuando son madres (36,90%) que cuando no tienen hijos (30,10%).

"Una de las conclusiones puede ser que los mujeres juegan per se a los videojuegos y ellas se aficionan para estar más con los niños", apuntó José María Moreno, director general de AEVI.

Seis de cada diez aficionados con hijos asegura que estrechan lazos con los pequeños, sobre todo entre los padres veinteañeros, los más cercanos por edad a ser hijos que jugaban.

En cuanto al tiempo, menos de treinta minutos es la duración de la sesión preferida de los padres (38,4%), seguida el espacio entre treinta minutos y una hora (37,9%). No obstante, las madres son más benévolas que los padres y apuestan más por permitir que sus pequeños estén cerca de la hora.

La distancia entre los jugadores y las jugadoras sin hijos es mayor que en la estadística general. Son 17 puntos de diferencia, curiosamente casi el mismo hueco que existe entre los jugadores habituales (58,5% ellos frente al 41,5% de ellas).

Los padres que no han llegado a la treintena, según el estudio, son los que más tiempo pasan con sus hijos frente a la consola, que es la fórmula preferida por la mayoría (61,1%). Le siguen el PC (56,3%), el 'smartphone' (52,2%) y la tableta (34,9%). "La gran mayoría de los usuarios usan varias opciones", apunta Moreno.

No obstante, dos de cada tres hombres prefieren la consola de sobremesa y casi seis de cada diez mujeres se decantan por los teléfonos de última generación.

Además, ocho de cada diez padres y madres que se consideran jugadores habituales tienen hijos menores de nueve años, una cifra que aumenta si se habla de los jugadores ocasionales (nueve de cada diez). En cambio, los adultos que se declaran no jugadores tiene hijos mayores tiene en su mayoría que han superado los veinte años. "Cuantos más pequeños son los niños, más juegan los padres", indicó el responsable de la patronal del videojuego.