"Lo que nos diferencia de otros programas de ciencia son las ideas sencillas, el lenguaje sencillo y que la gente quiere saber qué sucede en su entorno más próximo". Mirella Abrisqueta, directora del programa de Aragón Televisión 'En ruta con la ciencia', se muestra así convencida de que "todo puede y debe ser divulgado".

Los trece programas emitidos entre abril y julio de este año son un ejemplo de ello. 'La máquina de la verdad', 'Divulgando ciencia', 'Pequeños invasores' o 'La medicina del futuro' son episodios de la investigación científica que se hace en Aragón; sus protagonistas lo han contado en primera persona.

El Premio Tercer Milenio en la categoría Divulgación en Aragón ha querido así reconocer el esfuerzo de acercamiento ciencia-público realizado por el programa que presenta Carlos Pobes, investigador del CSIC en astropartículas y autor del blog 'El día más largo'. "Sacar a los científicos de sus laboratorios ha dado siempre muy buenos resultados –comenta Abrisqueta–, que no sean entrevistas sentados todo el rato, sino recorriendo diferentes escenarios". Así es 'En ruta con la ciencia', un espacio que "aspira a llegar a todo el mundo".

El equipo del programa es consciente de que hay temas más fáciles de divulgar que otros, pero la directora sabe que "no hay que renunciar a los contenidos difíciles, porque todo puede y debe ser divulgado, sobre todo en una televisión pública". Los trece programas emitidos han tenido, es cierto, diferentes índices de audiencia, pero Abrisqueta asegura que, "aunque resulte más arriesgado, hay que anteponer la calidad en contenidos a las audiencias".El lado práctico

Y subraya algo ya comprobado en la divulgación científica y en el éxito de este programa: "Hay que destacar el lado práctico de la ciencia; a la gente le gusta saber para qué sirven las investigaciones que se muestran". Y, con estas premisas, el equipo de 'En ruta con la ciencia' ha visitado a las personas que trabajan en la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Zaragoza, en el Centro de Investigación Biomédica de Aragón, en el Laboratorio Subterráneo de Canfranc, el Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón, la Fundación Dinópolis, Ibercivis, CSIC Aragón...

El dinamismo en el formato es, también, clave del éxito. "Ahora hay que trocear los espacios, hacerlos más breves, muy visuales, cambiar de sitio constantemente...", apunta Abrisqueta, responsable de la productora Sintregua, cuyo trabajo se ha vuelto "más exigente, porque hace falta emplear más recursos". Unos son las animaciones introducidas en este programa, que acentúan la agilidad.

El deseo de Abrisqueta: "Ver en 2016 la segunda temporada de 'En ruta con la ciencia'". ACCESIT / CSI-Zaragoza

?Alumnos y criminólogos. Los adolescentes acaparan las audiencias de las series televisivas en las que se resuelven crímenes; un dato que marca, año tras año, la buena acogida de la actividad CSI-Zaragoza entre los alumnos de Secundaria y Bachillerato, que se ven envueltos en un supuesto asesinato y han de analizar ellos mismos las muestras encontradas. Pero ése no es el único motivo por el que este proyecto ha ganado un accésit en los Premios Tercer Milenio, en la categoría Divulgación en Aragón. El hecho de llevar a los participantes a laboratorios reales, a trabajar con investigadores reales, es lo que garantiza la eficacia de la divulgación científica.

CSI-Zaragoza fue puesto en marcha, hace ya tres años, por la Unidad de Cultura Científica de los institutos de Ciencia de Materiales de Aragón y de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (CSIC-UZ), en cuyos laboratorios descubren los estudiantes la satisfacción de resolver enigmas. 1.500 alumnos de Bachillerato han disfrutado ya de esta actividad, que también se ofrece a los centros de Secundaria que lo solicitan y en la que están implicados unos treinta investigadores. Beatriz Latre es una de ellos; y destaca otras virtudes del proyecto: "Abarca todo el proceso de resolución de un crimen, porque los alumnos tienen incluso que grabar un vídeo, y algunos lo hacen directamente en inglés; y potencia el trabajo en equipo". ACCESIT / Etopia Kids

Aprender a construir robots Ni juegan al fútbol ni chapotean en una piscina, pero el millar largo de niños que ha participado en la colonia tecnológica de verano Etopia Kids volvería a hacerlo. Aprenden a programar mientras se divierten en las instalaciones del Centro de Arte y Tecnología Etopia. Construyen sus propios robots, los programan con software libre para que hagan lo que ellos quieren... Por esto, por su absoluta originalidad y su capacidad didáctica, Etopia Kids ha recibido un accésit de los Premios Tercer Milenio, categoría Divulgación en Aragón.

Carmen Marín, coordinadora de este campamento urbano, destaca que la colonia de Etopia "no tiene barreras, ni sociales, ni físicas, ni económicas". La divulgación tecnológica a edades tempranas es su objetivo, concebido por el ingeniero David Cuartielles y puesto en marcha por la Fundación Zaragoza Ciudad del Conocimiento y la Obra Social de Ibercaja, en colaboración con el Ayuntamiento.

Se realiza con Arduino, una plataforma de hardware libre diseñada por Cuartielles que ha revolucionado la manera de aprender y desarrollar proyectos tecnológicos. Con ella, los Etopia Kids aprenden a componer música, a jugar con las técnicas de stop motion y scratch, fotografía creativa y edición de vídeo y se acercan al Internet de las Cosas, la robótica y la impresión 3D. "No hay mayor satisfacción –dice Marín– que hacer las cosas por uno mismo".

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