El Juzgado de Granada que investiga supuestos abusos sexuales de sacerdotes contra menores ha fijado para el próximo 11 de noviembre la declaración de nuevos testigos propuestos por la defensa del principal imputado, el padre Román, considerado el cabecilla del conocido como clan de los Romanones.

A través de una resolución judicial, el titular del Juzgado de Instrucción 4 de Granada, Antonio Moreno, cita a los testigos propuestos para que comparezcan el 11 de noviembre a partir de las 10.30 y puedan prestar declaración.

Se trata de personas que, según la defensa, conocieron en su día la realidad vivida por el primer denunciante de los supuestos abusos, que con su actuación dio origen a la instrucción de la presente causa.

La nueva citación judicial se producirá semanas después de que el abogado de la defensa, Javier Muriel, presentara ante el juzgado instructor una amplia prueba documental para intentar "desmontar" la denuncia de los hechos.

El letrado aportó un total de 151 documentos entre los que se incluían certificados, informes, facturas, fotografías y correspondencia de algunos de los supuestos implicados.

Los documentos aportados demuestran, a juicio de la defensa, las "falacias y mentiras" vertidas por el denunciante y sus "secuaces" a lo largo de la instrucción, además de tratar de poner de manifiesto la "falta credibilidad y veracidad" y contrarrestar la "falsa imagen de debilidad psicológica y encorsetamiento social" del joven.

En la misma línea de defensa y contradicción con lo manifestado por el joven denunciante, pidió además al juzgado que practicara una serie de testificales adicionales, que finalmente tendrán lugar el 11 de noviembre, por entenderlas "necesarias, licitas, pertinentes, nada dilatorias y acordes a derecho".

La presente investigación se inició después de que el joven que ahora tiene unos 24 años pusiera los hechos, ocurridos supuestamente cuando tenía entre 14 y 17, en conocimiento de la Fiscalía en octubre del 2014.

Todo ello se produjo tras recibir en agosto de ese año la llamada del papa Francisco, que le pidió perdón en nombre de la Iglesia al leer el escrito que le había enviado.

Aunque en la causa han llegado a estar imputados un total de doce religiosos, la Audiencia de Granada decidió finalmente y de manera firme declarar prescritos los delitos atribuidos a once de ellos, por lo que actualmente en el proceso sólo continúa contra el padre Román.