Reconoce que prefiere estar desinformado de la actualidad política nacional e internacional, y no porque sea verano, sino porque considera que la historia está ya determinada. Pese a todo, el veterano actor Imanol Arias tiene las ideas muy claras, quizás por la perspectiva que le otorga la edad.

Preguntado sobre el encuentro mantenido entre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, señala: "En España todos sabemos que los partidos han tenido una ley irregular de financiación".

"No me parece extraño que compañeros de viaje, en un momento determinado, tengan que hacer las cosas de una manera no tan limpia, o tan clara, o tan ejemplar. Es solo una impresión", afirma el actor leonés (Riaño, 1956).

Se sincera y añade que esta polémica política no le causa tanta vergüenza como el episodio en el que los cuerpos de seguridad españoles supuestamente dispararon contra unos inmigrantes que trataban de llegar a la playa de El Tarajal.

"Yo veía los tiros en el agua y los responsables lo negaban, y decían a los que lo decían que eran unos antipatriotas y unos sinvergüenzas. Eso me parece más vergonzoso como país", recrimina. El actor recalca que la disputa política no le interesa: "Es un deporte que no practico", y ante la insistencia, manifiesta que no confía en los nuevos partidos políticos, porque con todo lo que ha vivido y sigue viendo, su visión es bastante pesimista.

Esa actitud y el convencimiento de que la democracia está llena de "imperfecciones" es producto, en gran parte, de su labor como embajador de Unicef, a través de la que ha sido testigo de las penurias que padecen los países africanos. "Todo el trabajo que hacemos es llenar de hospitales África para curar las enfermedades que les hemos provocado nosotros. Todo es solucionar conflictos que han sido provocados por una línea que se ha trazado", lamenta.

Imanol Arias está pasando largas temporadas en Marbella por trabajo y por descanso. Acaba de presentar en la ciudad una de sus últimas películas, 'Anacleto: agente secreto' en la que da vida al personaje de cómic creado por el dibujante Manuel Vázquez Gallego. Para el actor, Anacleto es una "ironía" sobre nuestra "posición internacional". Asegura que nuestro país "no tiene enemigos y no somos parte de nada, prácticamente, y cada vez menos" y se queja de que España tiene "dueños, otros países que mandan sobre nosotros y que hablan otro idioma".

Hablando de España y de sus tradiciones, reconoce tener "mucha dificultad" para manifestar públicamente su postura respecto a la fiesta de los toros por el "odio y la controversia" que genera el tema. Lo hace en un momento en el que muchos actores y profesionales de la cultura están posicionándose en contra de los toros y de fiestas populares como el toro de la Vega.

Se manifiesta "no contrario, pero con mucho respeto a lo que la gente piensa" y cree que al asunto "le sobra dramatismo y violencia". "Yo no soy ni tan taurino, ni tan antitaurino. Me considero un ser inocuo. No siento una fuerza tremenda para enfrentarme a esa violencia, ni siento un rechazo tan fuerte como para tener violencia ante eso", explica.

Admite que hay partes del festejo o de la tradición que son "mucho más duras de admitir ahora" e introduce en el debate el valor ecológico, energético y alimenticio de la dehesa española. Y concluye con una cita de Lorca que dijo a un amigo torero: "En el mundo hay dos tipos de personas: los que les gusta comerse al toro y los que les gusta torearlos".