"¿Qué consejos doy a los principiantes? No corras"

Son nueve las personas que han fallecido en sucesos relacionados con festejos taurinos entre julio y agosto de este verano.

Uno de los encierros de San Fermín.
Uno de los encierros de San Fermín.
Juan Pedro Urdiroz

La seguridad en los encierros está garantizada. Ese es al menos el veredicto de los expertos y corredores, que atribuyen el repunte de muertes en este tipo de festejos durante los últimos dos meses a un conjunto de circunstancias y al aumento de participantes.


Son nueve las personas que han fallecido en sucesos relacionados con festejos taurinos entre julio y agosto de este verano, además de un hombre de 89 años que falleció en el "bous al carrer" de Gata de Gorgos (Alicante), al caer al suelo cuando presenciaba el espectáculo en una zona protegida. Este martes mismo dos personas resultaron heridas graves en sendos festejos en Murchante (Navarra) y Fuentelapeña (Zamora).


Un repunte con respecto a otros años que ha hecho saltar las alarmas y ha relanzado las críticas de los sectores más beligerantes con este tipo de festejos, que vuelven a cuestionar su seguridad. Los expertos, no obstante, quitan valor a este incremento y lo atribuyen a la casualidad. Alberto de Jesús, director de la revista Bous al Carrer y uno de los principales entendidos en este área, achaca el aumento de muertes a que desde hace unos años cada vez se celebran más festejos con encierros.


Según los datos del Ministerio de Cultura, los festejos populares taurinos aumentaron en 2014 hasta los 15.848, cerca de 2.000 más de los que tuvieron lugar en 2013. "Los encierros han aumentado bastante a nivel nacional", afirma el periodista, que celebra que en poco más de una década la afición por el mundo de los encierros se ha multiplicado, algo que, por otra parte, aumenta el peligro.


Descarta, no obstante, que este tipo de celebraciones tengan medidas de seguridad insuficientes. De hecho, subraya que cada vez los reglamentos son más completos y hay más personal de seguridad en las carreras. Una de los encierros más importantes del circuito nacional es del municipio madrileño de San Sebastián de los Reyes, popularmente conocido como la 'Pamplona Chica', y que tiene lugar la próxima semana.


Para Eduardo Flores, director técnico de este evento, la seguridad en estas celebraciones "es una cosa ordenada", aunque existe la posibilidad de que se descontrole el animal y lo desordene todo, por lo que las muertes, subraya, muchas veces son algo "circunstancial".

Afirma además que los festejos de la localidad están en la "élite de la seguridad". De hecho, en sus palabras, la normativa de la Comunidad de Madrid bebe de la que el Ayuntamiento de este municipio ha ido componiendo durante los últimos años.


En concreto, según ha explicado en declaraciones, cada año el Consistorio despliega más de 400 efectivos: 135 policías nacionales, 9 ambulancias y dos hospitales de campaña entre otros servicios policiales y sanitarios. La legislación, en realidad, depende de cada comunidad autónoma, aunque al final cada Ayuntamiento es el que escribe el reglamento. En el de San Sebastián de los Reyes, por ejemplo, se establece que sólo pueden correr los mayores de 16 años que no presenten "a simple vista" síntomas de embriaguez o de haber consumido drogas.


En la Comunidad Valenciana se celebran cada año 243 encierros, que en la región se denominan 'els bous al carrer' y su regulación expone que pueden participar libremente las personas que asuman el riesgo y al responsabilidad de los perjuicios que se puedan ocasionar durante la carrera. Otra de las autonomías con gran tradición en este aspecto es Castilla y León, donde la legislación establece, por ejemplo, que el organizador debe disponer de tranquilizantes "para calmar a los animales en situaciones de especial riesgo".


Miguel Ángel Castander, uno de los corredores de encierros con más reconocimiento en España y que este año es pastor del de San Sebastián de los Reyes, coincide con las palabras de Flores: "Los dispositivos de seguridad son impresionantes pero siempre hay algo de riesgo". "El toro mata y puede matar", insiste Castander, que también achaca el ascenso del número de muertos a la casualidad. Además, apunta que la gente cada vez es más responsable y cada año se aventuras menos personas a correr en estado de embriaguez, poniendo en riesgo su vida y la de los demás.


Para el Partido Animalista (PACMA), por contra, la mejor solución es suprimir este tipo de festejos. "Este tipo de celebración supone un riesgo para las personas que participan y un grave daño hacia los animales", afirma la portavoz del Partido, Laura Duarte. Critican además que los encierros muchas veces no cumplen las medidas de seguridad necesarias y que las instalaciones suelen presentar numerosas deficiencias. Los corredores, sin embargo, lo tienen claro: "¿Qué consejos doy a los principiantes? No corras", sentencia Castander.

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