Las redes sociales centran nuestra vida de tal forma que, si no aparece el muro, es como si no hubiera pasado. Por eso, todos los veraneantes que están disfrutando de sus vacaciones quieren dejar constancia a través de las más increíbles fotografías de todo lo que están disfrutando en sus días libres, pero ¿cómo salir bien en estas fotos que no siempre se hacen en el mejor momento del día? Existen algunos trucos para salir perfecto en las fotos de este verano. 

1.- Ni muecas ni tensión en  los ojos. En la mayoría de las ocasiones, las personas que no están acostumbradas a posar, suelen mostrarse rígidas ante la cámara. Los puntos donde más tensión se acumulan son los ojos y los labios. Por eso, los fotógrafos profesionalies aconsejan varias cosas. En primer lugar, es aconsejable no hacer gestos raros: ni morritos, entresacar los dientes. Tampoco es aconsejable tratar de sonreir en todo momento, eso depende de la personalidad del modelo. PUede quedar mucho mejor una foto serio si, realmente, en ese momento se sentía así. 

Si aún así, sigue quedando un gesto forzado, siempre se puede recorrir a un pequeño truco: entrecerrar los ojos ('squinch') y entreabrir un poco la boca.

2.- Si el fotógrafo tampoco es experto, el tiempo de espera para el modelo entre que se coloca y el momento del disparo puede ser eterno. Esto provocará que sus músculos se vayan tensando y el efecto final de la foto no resulte nada natural. Una forma sencilla de evitar esto es que el fotógrafo realice una cuenta atrás antes de disparar y el modelo se gire para mirar a la cámara en el preciso instante del disparo. 

3.- Atender a la postura corporal. En este punto resulta muy importante ser consciente de nuestro cuerpo. SI no se tiene caderas, apoyarse sobre una pierna y sacar la cadera hacia el lado contrario resultará una posición muy favorecedora ante la cámara, pero una persona con caderas anchas obtendrá el efecto contrario.

4.- Las manos. Cuando alguien está en tensión no sabemos qué hacer con las manos. Para evitar que en la imagen aparezcan rígidas o sin vida, lo más sencillo será meterlas en los bolsillos o poner los brazos en jarras.

5.- Si a pesar de estos trucos, las fotografías siguen sin ser lo que se esperaba, la mejor opción es ensayar. Delante del espejo, con una cámara nadie nos juzgará como modelo y se trata de la mejor forma de aprender.