La representación teatral de la muerte y pasión de Cristo, el conocido como 'Drama de la Cruz', se ha convertido en uno de los actos centrales de la Semana Santa de Alcorisa. La obra, que se representó por primera vez en 1978, ha crecido en popularidad año tras año y son miles de personas que acuden al Monte Calvario cada Viernes Santo para ver este teatro.

Desde que se realizara la primera vez, cuando no participaron más de treinta personas, esta representación ha evolucionado de manera "constante e impresionante" y, en la actualidad, cuenta con más de 250 personas involucradas, ya sea como actores o como miembros de la organización, según ha explicado el presidente del Drama de la Cruz, Jorge Martín.

La obra está dividida en tres partes, aunque todas tienen como escenario el Monte Calvario. La primera de ellas se desarrolla a los pies del recorrido y en ella se escenifican la Última Cena, el juicio a Jesús y su flagelación.

La segunda parte tiene lugar en la subida propiamente dicha y en ella representa el ascenso de Cristo y sus compañeros de condena, custodiados por la Guardia Romana. Además, es en este recorrido cuando se narra el encuentro de Jesús con su madre, con la Verónica, con las mujeres de Jerusalén y las tres caídas.

Una vez se alcanza la parte alta del calvario, se pone en escena la ejecución de la condena a Jesús y su crucifixión. También tiene lugar en este punto el descendimiento y el posterior entierro.

"Es un acto muy emotivo y cada vez son más los que vienen a verlo", ha indicado el presidente de la Junta Local de Semana Santa de Alcorisa, José Espada, para quien la popularización de esta actividad ha influido también en que, cada año, crezca el número de público que asiste a la procesión del Pregón, que se celebra también el viernes y en la que sólo salen las imágenes de San Juan y La Dolorosa.

Al término de la misma, tiene lugar el llamado Silencio de Tambores y Bombos. En este acto, los instrumentos se tocan cada vez a mayor velocidad hasta que, a la señal del presidente de la Junta Local, paran al unísono y "se hace un silencio impresionante", según Espada, quien ha señalado que esta ocasión se ha convertido, con el tiempo, en una de las que "más fuerza" tienen dentro de la Semana Santa de Alcorisa.Primer sonido de tambor

Como contrapunto a este momento, se encuentra la 'rompida' de la hora en la medianoche del Jueves Santo, un acto "multitudinario" en el que la gente llena tanto la plaza del pueblo como las calles adyacentes. No obstante, la irrupción del sonido del tambor dentro de estos días festivos se produce horas antes, tras el traslado de Cristo al Monumento. Es entonces cuando, tras la señal de las matracas, se oye el primer redoble.

Una de las procesiones más representativas de Alcorisa es, en opinión de Espada, la del Santo Entierro, que tiene lugar el Viernes a las 21.00. En esta ocasión, salen las imágenes de las nueve cofradías, además del Cristo de la Burrica y la Magdalena, ambas pertenecientes a la Cofradía de la Sangre de Cristo.

"En la procesión del Santo Entierro, es impresionante oír el eco de los tambores y ver a todas las cofradías con su pasos iluminados", ha subrayado el presidente de la Junta Local. Además, ha señalado, en esta ocasión también están presentes, acompañando la cama de Cristo, los guardas de Semana Santa, que representan a los soldados de la época medieval.

Para Espada, la Semana Santa de Alcorisa es "devoción, sentimiento y pasión" y se perfila como la fiesta "más participativa" de cuantas allí se celebran. De los 3.800 habitantes que tiene la localidad, son muchos los que se involucran en las actividades, ya que las cofradías cuentan con una media de 200 miembros, según ha apuntado Espada.