Una de las muchas labores que tiene los jueces es impedir que se realicen acciones injusta. Y parece que en Francia no gusta que se ponga nombres poco comunes a los hijo ya que un juez ha puesto límites a esa libertad. 

El 24 de septiembre una pareja dió a luz a una niña y, como es habitual, acudieron al registro civil para registrar el nombre de su pequeña, Nutella. A todo el mundo extrañaría, pero al oficial del registro civil mucho más y decidió notificar el hecho al fiscal alegando que "el nombre del niño no es coherente con su interés".

"El nombre 'Nutella' es comercial para un niño y es contrario al interés superior del menor porque sólo puede conducir a burlas o pensamientos despectivos", advierte el tribunal.

Así, el juez tomó cartas en el asunto: cambió el nombre de la pequeña a Ella después de que los progenitores de la pequeña no se presentaran el día asignado por la corte.