El papa comenzó su viaje como "misionero" a Sri Lanka y posteriormente a Filipinas

El Papa ha elegido para su séptimo viaje internacional de nuevo Asia.

El papa Francisco emprendió este lunes su visita a Sri Lanka y posteriormente a Filipinas que durará hasta el 19 de enero, y que responde al espíritu misionero que ha indicado para la Iglesia el pontífice argentino.


El avión papal despegó este lunes a las 19.00, hora local (18.00 GMT), del aeropuerto romano de Fiumicino con destino a Colombo, la capital de Sri Lanka, donde está prevista su llegada a las 09.00, hora local (03.30 GMT) del martes, 13 de enero.


El pontífice viaja acompañado del secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin; el prefecto de la Congregación para la evangelización de los pueblos, cardenal Fernando Filoni, y el expresidente del Pontificio Consejo "Cor Unum", el cardenal guineano Robert Sarah, quien se ocupó de llevar ayuda a la población filipina tras el tifón Yolanda.


En el aeropuerto internacional de Colombo le recibirá el recién elegido presidente de Sri Lanka tras las elecciones del pasado 8 de enero, Maithripala Sirisena y ambos pronunciarán un discurso.


El papa ha elegido para su séptimo viaje internacional de nuevo Asia, a pocos meses de su viaje a Corea, para volver a manifestar el interés de la Iglesia católica por este continente al que el anterior pontífice, Benedicto XVI, no tuvo tiempo de viajar.


Pero además tanto Sri Lanka como Filipinas responden al deseo de Francisco de que la Iglesia sea "misionera" y que "salga a buscar" a los fieles de todo el mundo.


El papa, quien vio frustrado su deseo de ser enviado como misionero a Japón u otra parte del mundo siguiendo los pasos de los jesuitas, dejó claro en su primera exhortación apostólica "Evangelii gaudium" ("La alegría del Evangelio") que la Iglesia católica "tiene que ir al encuentro, a buscar a los alejados y a llegar a los cruces de las calles para invitar a los excluidos".


En Sri Lanka el papa encontrará una nación donde sólo el 6,1 % de sus 20 millones de habitantes son cristianos, pero donde actualmente se vive una pacífica convivencia con los budistas (el 76,7 %), los musulmanes (8,5 %), y los hinduistas (7,9%).


La vista a la antigua Ceilán comprende un encuentro con los representantes de todas las confesiones religiosas en el Bandaranaike Memorial International Conference Hall y donde se abogará por el diálogo interreligioso para conseguir la paz.


El miércoles, 14 de enero, el papa celebrará la misa para la canonización del que será el primer santo local, José Vaz, sacerdote nacido en India y que llegó como misionero a la isla en los momentos de una brutal persecución de los católicos durante el siglo XVII.


La visita a Madhu, en el territorio de los tamiles, enfrentados con los cingaleses en una sangrienta guerra que ha durado cerca de 30 años, será uno de los momentos más importantes y significativos de esta visita.


El jueves, 15 de enero, a las 09.00 hora local (03.30 GMT) el papa se trasladará a Filipinas, donde está previsto que llegue a las 17.45 hora local (09.45 GMT) y se retirará a descansar, ya que no tiene previsto ningún acto.


El viernes será el día de los saludos oficiales con las autoridades y de la misa en la catedral de Manila y el encuentro con las familias.


El sábado, el papa cumplirá el verdadero objetivo de este viaje al viajar a Tacloban, en la isla de Leyte, para mostrar su cercanía a todos los damnificados por el tifón Yolanda, que arrasó Filipinas y causó miles de muertes y la devastación total del territorio.


En Manila el pontífice celebrará los dos encuentros que se esperan más multitudinarios de este viaje: un acto con los jóvenes en el campo de deportes de la universidad y una misa en el parque Rizal.


Todos recuerdan que durante la Jornada Mundial de la Juventud en 1995, Juan Pablo II logró congregar en Manila a cerca 4 millones de personas, una cifra que podría repetir Francisco.