¿Se alquila la Capilla Sixtina?

Porsche organiza un concierto selecto de 5.000 euros la entrada, con cena incluida.

Los dos documentos robados pertenecen a Miguel ángel, autor de la Capilla Sixtina
¿Se alquila la Capilla Sixtina?

Lo primero que han dicho en el Vaticano cuando ha trascendido la noticia es desmentirla: La Capilla Sixtina no se alquila. Para luego, tal como lo explicaban, acabar por confirmarla. El Porsche Travel Club organizó el sábado un acto de élite para 40 afortunados, en todos los sentidos del término fortuna, que consistía en un concierto de Rossini del coro de la Academia de Santa Cecilia en la legendaria sala y una cena "en el medio de los museos vaticanos", según la casa de automóviles, aunque no se ha aclarado dónde.


Precio, 5.000 euros, dentro de un tour de lujo por Roma con los bólidos de la marca alemana. Es la primera vez que este sagrado recinto donde se elige el Papa se alquila para un evento comercial. Ha dado cierta impresión.


"Nada de eso es verdad, es un lugar sagrado, no se alquila a petición de nadie y no se podrá usar para fiestas privadas", ha aclarado el director de los museos, Antonio Paolucci.


Semántica aparte, en realidad ha confirmado todo y, no sólo eso, sino que esto es sólo el principio. Se trata de una nueva iniciativa llamada 'Art for charity' (Arte para la caridad), "dirigida a grandes compañías, que con el pago de una suma pueden contribuir a financiar proyectos de caridad", ha explicado monseñor Paolo Nicolini, otro responsable de la pinacoteca. Ha empezado Porsche con 200.000 euros, que se destinarán a obras de caridad.


El Vaticano lo ve así: "El arte es caridad, le recuerda al hombre el sentido de su existencia. Se pueden hacer muchas cosas uniendo el arte con la generosidad privada", razona Paolucci. En realidad esto sigue una tendencia, bastante polémica, que se está implantando en Italia. Ferrari alquiló nada menos que el Ponte Vecchio de Florencia, siendo alcalde el actual primer ministro, Matteo Renzi, y se lo cerraron para unos canapés de gente guapa.


Normalmente uno ve la Capilla Sixtina en una manada de turistas, apretujado como en una discoteca. Pasan por allí 6 millones de personas al año. El billete cuesta 16 euros. Sí, multiplicando salen 96 millones al año, un maná para mantener la actividad de la Iglesia católica.


Si no, se puede ir por la tarde, cuando está cerrada al público, en pequeños grupos o en solitario, quien pueda pagarlo. Desde luego esto del paquete completo con concierto y cena es nuevo. En teoría sigue un deseo de Francisco: "Usar los tesoros del Vaticano para hacer el bien".


Ya Pablo VI vendió su tiara y dio el dinero a los pobres y hasta llegó a informarse con un famoso marchante si sería posible vender 'La Piedad' de Miguel Ángel, atormentado por la miseria del mundo "mientras reflejamos la imagen de un Vaticano sentado en un trono de oro". Ahora los que se sientan pagan, aunque llegan con el deportivo, les ponen un poco de música y se quedan a cenar.