El Santo Entierro emociona a los oscenses

La plaza de la Inmaculada fue uno de los enclaves más concurridos del recorrido.

La Semana Santa de Huesca ha vivido en la tarde noche de Viernes Santo su puesta de largo con la procesión del Santo Entierro. Con el tiempo este año, por fin, a favor, los oscenses han podido disfrutar de este solemne acto religioso que reúne a todas las cofradías y grupos de tambores de la ciudad en un extenso recorrido de unas dos horas de duración y que abarca tanto el centro de la ciudad como el casco antiguo. La plaza de Santo Domingo, al principio de la marcha, fue uno de los lugares más frecuentados por los asistentes, mientras que otros enclaves característicos, como la plaza de San Pedro o la catedral se fueron llenando conforme avanzaba la tarde y los pasos encendían sus faroles.


Uno de los puntos más concurridos volvió a ser, por segunda vez esta Semana Santa, la plaza de la Inmaculada, donde pasos como el de la Cofradía del Cristo de los Gitanos y el más popular de la Semana Santa Oscense, el del Nazareno, ambos llevados a hombros, se detienen para realizar una reverencia ante la imagen de la Virgen que preside este enclave. Si bien los pasos son los elementos más visibles de la procesión, este "auto sacramental en la calle", como lo definen desde la Archicofradía de la Santísima Vera Cruz, organizadores de la Semana Santa Oscense, cuenta con otros elementos de interés, como la Gran Cruz de Cristal Iluminada que abre el camino y que data de 1865; o las Siete Palabras, siete cruces iluminadas, también de cristal, que datan del mismo año y sacan en procesión las mairalesas de la ciudad desde 1999.


Cerró la procesión la imagen del Cristo Yacente, seguida de las autoridades y la Banda de Música de Huesca. Este año, como novedad, todos los pasos y cofradías han esperado al final de la procesión en el punto de destino, la plaza de Santo Domingo, acompañando la entrada de la citada talla. Fue el momento en el que la Cofradía del Cristo de la Esperanza se trasladó a la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, para devolver la imagen que llevan consigo al altar mayor.

En la recta final

La Semana Santa oscense llega así a su recta final. El sábado está prevista, de 9.00 a 14.00 la adoración al Cristo Yacente, que permanece en el interior de la iglesia de Santo Domingo y San Martín y al que acompañan grupos de oración, cofradías y fieles en general. El domingo, por último, tendrá lugar la procesión del Resucitado, de reciente creación y que partirá a las 11.00 del citado templo. Ascenderá a continuación por la calle Goya desde el Coso Bajo, para llegar hasta la plaza de San Pedro donde estará esperando la imagen de la Virgen de la Esperanza, llevada a hombros por cofrades femeninas y que cambia su luto por una túnica blanca. Ambas imágenes se unirán después para regresar juntas a la catedral.-