Ofertas de empleo de coach, product manager, business developer o programador e-commerce se han ido colando, poco a poco, entre las opciones más habituales de comercial, captador de ONG o teleoperador en los portales de empleo. En los últimos años han surgido numerosas denominaciones con términos ingleses para empleos de toda la vida, que, salvando las distancias, se han instalado en nuestro lenguaje y en el día a día.

Una denominación que está muy de moda es la de 'Coach' o entrenador personal. Existen deportivos, personales (o Life Coachs), educativos o ejecutivos, estos últimos enfocados el mundo empresarial. La Asociación Española de Coaching Ejecutivo (AECOP) aglutina más de 700 socios en 14 regiones, de los cuales, 40 se localizan en su delegación aragonesa, creada en 2011. Aunque, estas nuevas denominaciones no siempre dan facilidades y llegan a causar desconfianza. "Esta profesión está viviendo un auge desde hace tres años aunque todavía apreciamos un cierto recelo por parte de algunas empresas", explica Winni Schindle, delegado provincial.

"Hoy en día todo el mundo se autodenomina 'Coach', auunque haya hecho un curso de 20 horas"; lamenta Schinde. "En realidad somos expertos profesionales con una amplia experiencia vital y profesional y una titulación acreditada", reivindica. Un 'Coach' puede cobrar una media de 100 o 200 euros por sesión, por un proceso que suele ser de ocho sesiones. "Puede parecer caro, pero si realmente nos ayuda a cambiar radicalmente nuestra actividad empresarial para mejor, es una inversión", opina.

La zaragozana Sara Dobarro decidió hace un año dar "un paso más", combinando sus conocimientos en Neurología con el 'Coach'. "El 'Neurocoaching' es una denominación muy reciente que se basa en "sacar el talento natural del discípulo para ayudarle a alcanzar sus metas", explica Dobarro. Para ella, la función del Coach es la de "acompañamiento durante un proceso de tu vida".

También dedicada al asesoramiento pero más enfocada al estilismo, se encuentra Lourdes Pomares, 'Personal Shopper' en Zaragoza. "Soy una asesora en compras personales especializada en moda y complementos", explica. Pomares se ha dedicado toda su vida al comercio, hasta que decidió dar un giro a su vida profesional. "Es un servicio exclusivo y muy personalizado para cada cliente, porque depende mucho de sus gustos y su personalidad". Dos horas de tiendas con Lourdes salen por 90 euros, "aunque lleva un trabajo previo de entrevistas y estudio del recorrido de tiendas". La mayoría de sus clientes -en torno al 85%- son mujeres, de entre 26 y 65 años con trabajos estables y poco tiempo libre.

Otro sector que ha sumado a la moda de las nuevas denominaciones ha sido el del comercio. En los últimos años han surgido profesiones como la de consultor de 'e-Business o responsable de 'e-Commerce', ambos destinados a las ventas on-line. Aunque no todas tienen que ver con el entorno web. Anna Martínez, por ejemplo, es 'Visual Merchandiser' en las tiendas Mango de Zaragoza. "Es parecido al trabajo del escaparatista pero nos encargamos de la imagen interior de la tienda, así como al cambio de temporada y la adaptación a las nuevas tendencias", explica.

Profesiones como la de escaparatista, entrenador personal o asesor de imagen, entre otras muchas, han existido siempre, pero en los últimos años la tendencia a cambiar estas denominaciones se encuentra cada vez más extendida.