Crisis en los videojuegos

Pequeños comercios, distribuidoras y empresas nacionales afirman que en la bajada ha influido únicamente la crisis.

Sergio Jiménez, propietario de Star Games
Sergio Jiménez, propietario de Star Games

El ocio ha sido uno de los grandes perjudicados por la crisis. El sector del videojuego, uno de los que parecía aguantar, también ha sufrido vertiginosos descensos en su facturación. Los datos de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (aDeSe) muestran una caída abrumadora, ya que en 2007 el consumo de videojuegos en España se disparó hasta las 1.454 millones de euros, y en 2013, fue de 762 millones de euros. Según confirman varios especialistas, la caída continúa.


Sergio Jiménez es gerente de Star Games, ubicada en el centro comercial El Caracol, una de las pocas tiendas de videojuegos que sobrevive a la crisis y a una competencia que el califica como "desleal" por parte de las grandes superficies. Afirma que "2013 ha sido el peor año de todos. Creíamos que iba a tirar para arriba pero no ha sido así. Se sufrió un estancamiento pero porque tocamos fondo". Este dato lo corrobora Marisol Velázquez, administradora de la distribuidora Sidavsa: "Yo suponía que en 2013 iba a haber una mejoría, sin embargo, ha habido un bajón aún más grande. La piratería no ha sido la culpable de nada, la crisis nos ha destrozado".


Sidavsa fue una de las distribuidora más potentes de Aragón, sin embargo, este tendencia económica negativa ha propiciado que su sector se resienta: "Nosotros nos mantenemos porque hemos recortado gastos al máximo y además ha bajado muchísimo nuestro volumen de distribución".


La distribuidora aragonesa Discovi actuaba a nivel nacional con tiendas de videojuegos autónomas. Ellos también culpan a la crisis, sin embargo buscan otros motivos: "Internet ha hecho mucho daño, y más con la entrada de Amazon. La gente busca comprar lo más barato y más el sector joven que quiere ahorrar dinero".


Sergio Jiménez considera que la época actual tampoco beneficia al sector: "Antes había mucha expectación, el videojuego era la novedad. Ahora con internet o las redes sociales no hay tanta incertidumbre. La gente disfrutaba comprando juegos, pero hoy gastan el dinero en otras cosas." Su tienda, Star Games, se dedica al comercio de videojuegos tanto nuevos como de segunda mano, aunque afirma que eso no le ha ayudado: "Al principio sí, porque la gente siempre quiere lo más barato, pero ahora no. Actualmente da igual que tengas un juego a 40, la gente prefiere comprárselos por 10 euros y que les duren todo el año".


Marisol Velázquez también concide en este apartado: "Cuando empezó la crisis, lo primero que se redujo fue el gasto en ocio. Ahora la gente prefiere irse de viaje que gastarse dinero en videojuegos". Según Jiménez, el descenso de las ventas supone "una reducción del 50% sobre lo que se facturaba antes del inicio de la crisis".


Otros objetos relacionados con el mundo de los videojuegos también han sufrido una bajada notable: "La promoción comercial de figuritas, peluches u otros productos se ha visto muy golpeada. Antes hacía ilusión tener ese tipo de cosas, pero ahora ni siquiera se tienen en cuenta".


Jiménez afirma que el mundo de los videojuegos es más complicado que los demás: "El producto se devalúa muchísimo, de los que más lo hace del mercado, así que tienes que ser muy selectivo con lo que compras".


Javier Martínez es el encargado de Game -cadena nacional- en uno de los establecimientos de Zaragoza y asegura que allí también han notado la crisis: "Si haces una comparativa de ventas está claro que hemos perdido, la gente nos dice que si pudieran gastarían más".

No solo juegos

Daniel Llibre es responsable de CeX Zaragoza, una empresa internacional que se dedica a la venta de productos tecnológicos de segunda mano. Llibre afirma que no han notado un gran descenso en el mundo del videojuego: "La gente nos trae sus juegos para que se los compremos y cada vez lo hacen más, ahí sí que notamos la crisis. Hay un mayor número de operaciones de cambio". Para él, el descenso se ha notado en la falta de títulos: "Afecta más en lo referente a los videojuegos relevantes. Ahora nos los traen menos porque las distribuidoras no ofrecen tanto como antes".