Medio ambiente

Vuelven a bajar las emisiones, pero... ¿están bien medidas?

Las emisiones de dióxido de carbono y otros contaminantes han vuelto a descender por tercer año consecutivo. Sin embargo, los colectivos ecologistas denuncian que las mediciones en Aragón están ?cocinadas?.

Atasco en Zaragoza
Atasco en Zaragoza

Las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera siguen descendiendo desde el comienzo de la crisis. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, en 2011 la economía española emitió 351,9 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, un 12,2% menos que en 2008. Unos registros que son trasladables a Aragón, donde incluso han descendido en mayor grado en algunas zonas rurales.


Pese a estos buenos datos, y a que la crisis económica haya desplazado al que hace escasamente un lustro era uno de los problemas más comentados, desde los colectivos ecologistas y Europa se sigue denunciando la dejadez de muchas administraciones a la hora de pasar revista a sus emisiones tóxicas. A comienzos de este mes Ecologistas en Acción cotejaba los datos de salubridad del aire recogidos por la Organización Mundial de la Salud y los comparaba con los registros recogidos en España, revelando, según su informe, 'La calidad del aire en el Estado español en 2012', que en Aragón, todas las estaciones registraron un valor medio anual superior al que aconseja la OMS en el caso de varias partículas contaminates.


En España los datos de polución se recogen en base a una compleja red de estaciones de medición de propiedad autonómica, municipal o privada. Una heterogeneidad de protocolos, modos y formas que ha sido denunciada históricamente por las organizaciones ecologistas, y que en Aragón encuentran un escenario muy concreto. En la actualidad, en la Comunidad, la mayoría de los registros se recogen por medio de la red de estaciones propiedad de la DGA ?la llamada RRICAA, que mide la polución en Huesca, Monzón, Teruel, Torrelisa, Alagón y Bujaraloz- y de 7 estaciones del Ayuntamiento de Zaragoza dispuestas en distintas zonas de la capital, las cuales ofrecen diariamente en internet datos públicos acerca de la calidad del aire.

Más de 20 estaciones, pero ?mal planteadas?

Sin embargo, para el colectivo ecologista todos estos dispositivos ?carecen de las medidas adecuadas para ofrecer unos datos ajustados a la realidad?. Para Saturnino Barbé, portavoz de Ecologista en Acción en Aragón, resulta especialmente preocupante la ausencia de medición que tienen las llamadas partículas PM2,5, ?pequeños compuestos contaminantes producidos por el hollín, o las emisiones de los vehículos diesel que según los últimos estudios son los más nocivos para la salud humana, teniendo gran repercusión a nivel cardiovascular?.


Lo cierto es que al observar los distintos informes ofrecidos por las administraciones aragonesas cuesta encontrar algún tipo de registro de estas partículas. De las seis estaciones de la RRICAA -Red Regional de Inmisión de Contaminantes Atmosféricos de Aragón-, ninguna de ellas ofrece datos al respecto, y si se atiende a la red municipal en Zaragoza se puede ver como solo una de las siete estaciones ?la de Renovales- recoge actualmente datos sobre estos contaminantes.


?Es un problema de información pública que se debería solucionar?, denuncia el ecologista, que además reconoce ?no explicarse? lo mal planteadas que están las estaciones, tanto del Gobierno, como del Consistorio de la capital. Las seis estaciones de la DGA se distribuyen en municipios que, para Barbé, ?no son significativos para anclar una media?, explicando que haría falta extender la red pública a pueblos como Andorra que por su cercanía con centrales e industrias perjudiciales ?deberían obtener la información diaria y ofrecida de forma gubernamental?.


Y es que en Teruel, y en especial en la zona del Bajo Aragón, las mediciones contaminantes han quedado en manos de las propias empresas privadas, las cuales tienen la responsabilidad de enviar regularmente sus parámetros al Estado, una obligación que para los ecologistas debería ser ?más controlada? por el Gobierno para evitar ?posibles conflictos de intereses?.


?Nadie puede asegurar que alguien externo vaya a responder de algo contraproducente para él?, argumenta Barbé, que también lamenta que estas prácticas no se quedan únicamente en el ámbito industrial o privado, sino que en ocasiones se trasladan al ámbito de lo público. En concreto, este ecologista y profesor denuncia ?el despropósito? que lleva años cometiendo el Ayuntamiento de Zaragoza, el cual ha desplazado algunas estaciones a zonas 'verdes', como parques o explanadas, y lleva más de dos años sin ofrecer datos de una de las bases que históricamente había recogido registros más negativos, la de Avenida de Navarra, la cual lleva desde 2010 pendiente de una nueva ubicación.