Halloween

EE.UU. celebra el gran negocio de la noche de brujas

El descenso de participantes se dejará notar en el consumo, que caerá más de un 13 % con respecto al año pasado. Aún así, los estadounidenses se gastarán unos 6.900 millones en celebrar Halloween.

Fiesta de disfraces para unos, oportunidad de comer muchos dulces para otros, la 'noche de brujas' que celebra este jueves Estados Unidos, es, sobre todo, un multimillonario negocio al que solo le asusta la renqueante situación económica.


Aproximadamente la mitad de la población, en torno a 158 millones de personas, tiene previsto participar en alguna actividad de Halloween, dato que confirma la popularidad de la fecha, aunque la cifra sea un 7 % inferior a la registrada en 2012, según datos facilitados por la Federación Nacional de Comercios (NRF).


El descenso de participantes se dejará notar en el consumo, que caerá más de un 13 % con respecto al año pasado.


En cualquier caso, este año los estadounidenses se gastarán unos 6.900 millones de dólares en celebrar Halloween.


Un 37 % de esa cantidad se invertirá en disfraces (2.600 millones), otro 30 % en caramelos (2.080 millones) y un 28 % (1.960 millones) en decoración: No en vano solo la Navidad supera a la noche de brujas en compra de adornos.


"Halloween estará lejos de ser un fiasco", aseguró el presidente de NRF, Matthew Shay, que atribuyó la caída de ingresos a que los consumidores aún se están apretando el cinturón a causa de la crisis.


Los números, no obstante, son un 54 % superiores a los de hace tan solo ocho años, cuando esta tradición vivida especialmente por los niños que van de puerta en puerta vestidos de pequeños monstruos para recoger caramelos y chocolatinas, empezó a convertirse en lo que es hoy día, una fiesta de adultos.


Según NRF, Halloween ya pasó a ser el mayor festejo popular del otoño que hace de puente entre las celebraciones veraniegas y las de final de año.


Además, se ha convertido en la fiesta más sensual.


El disfraz de bruja, el estadísticamente más utilizado, ha ido despojándose cada temporada de verrugas, nariz aguileña y dientes negros para ajustarse la túnica a la cintura y lucir más "sexy" con la intención de seducir, más que asustar.


Una tónica general que se percibe en los comercios donde la oferta de trajes atrevidos llega incluso al público infantil, que tiene a su alcance vestirse con botas de cuero y minifalda como una muñeca Bratz.


Incluso este año la cadena Wallmart tuvo que retirar un vestido de "leopardo pícaro" que se comercializaba para menores de tres años ante las quejas de algunos clientes.


A esta moda de disfraces con toques atrevidos o picantes se suman cada año numerosos famosos. Paris Hilton optó en esta ocasión por el polémico "look" de Miley Cyrus en su provocadora actuación en los últimos premios MTV Video Music Awards, mientras que Cyrus se puso un traje ajustado con un pecho semioculto copiado de la rapera Lil Kim.


Fergie, por su parte, se decantó por ser una insinuante mujer cadavérica en homenaje al Día de los Muertos, Naya Rivera se volvió una Carmen Sandiego con poca ropa y la modelo brasileña Alessandra Ambrosio sorprendió como Reina de Corazones de tacón, escote y falda corta.


Esta noche de brujas, además de zombies y vampiros, muchos apostarán también por transformarse en personajes del cine y la televisión como los pequeños minions de la saga 'Despicable Me', los protagonistas de la serie 'Breaking Bad' y, por supuesto, los superhéroes de cómic.