Investigación científica

Los monos bonobos jóvenes gestionan las emociones como los seres humanos

Este hallazgo es importante para la historia evolutiva humana, ya que muestra el marco socioemocional general aplicado a los niños funciona igual para los monos.

Los seres humanos y los monos comparten muchos aspectos del funcionamiento emocional.
Los bonobos jóvenes gestionan las emociones como los seres humanos
EFE

Investigadores que estudian los bonobos jóvenes en una reserva natural de África han descubierto sorprendentes similitudes entre el desarrollo emocional de los bonobos y el de los niños, lo que sugiere que estos grandes simios regulan sus emociones de una manera similar a la humana, según las conclusiones de su investigación, publicadas en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'


Este hallazgo es importante para la historia evolutiva humana, ya que muestra el marco socioemocional general aplicado a los niños funciona igual para los monos. Mediante el uso de este marco, los investigadores pueden predecir el comportamiento de este gran simio y, como en el caso de este estudio, confirmar que los seres humanos y los monos comparten muchos aspectos del funcionamiento emocional.


Zanna Clay y Frans de Waal, del 'Living Links Center' en el Centro de Investigación Nacional de Primates Yerkes de la Universidad Emory, en Druid Hills, en la área metropolitana de Atlanta, en Estados Unidos, realizaron el estudio en una reserva de bonobos cerca de Kinshasa la capital de la República Democrática del Congo.


Un análisis detallado de vídeos de la vida social cotidiana en el santuario permitió a Clay y De Waal medir cómo los bonobos manejan sus propias emociones, así como la forma en que reaccionan a las emociones de los demás. Estos expertos vieron que los bonobos que se recuperaron rápidamente y fácilmente de sus propios trastornos emocionales, como por ejemplo después de perder una pelea, mostraron mayor empatía por sus compañeros. Clay resalta que estos bonobos con más frecuencia proporcionaron muestras corporales (besos, abrazos, caricias) a las personas en peligro.


El bonobo (Pan paniscus) , uno de nuestros parientes primates más cercanos, es genéticamente similar a los seres humanos como lo es el chimpancé, además de que es ampliamente considerado como el gran simio más empático. "Esto hace que la especie sea una candidata ideal para las comparaciones psicológicas --destacó De Waal--. Cualquier similitud fundamental entre los humanos y los bonobos probablemente se remonta a su último ancestro común, que vivió hace unos seis millones de años".


Si la forma en la que los bonobos manejan sus propias emociones predice cómo reaccionan a las de los demás, esto apunta a una regulación emocional, como la capacidad de moderar las emociones fuertes y evitar el exceso de excitación. En los niños, la regulación emocional es crucial para el desarrollo social sano, de forma que los niños socialmente competentes mantienen los altibajos de sus emociones dentro de los límites. Un vínculo entre padres e hijos estable es esencial para esto, por lo que los huérfanos humanos suelen tener problemas para manejar sus emociones.


La reserva de bonobos de este estudio incluye muchas de víctimas de la caza de animales silvestres, por lo que madres humanas sustitutas cuidan de los bonobos juveniles que fueron retirados de su madre bonobo a la fuerza a una edad temprana. Esta atención se prolonga durante años hasta que los bonobos son llevados a un recinto boscoso con bonobos de todas las edades .


"En comparación con sus pares criados por sus madres, los huérfanos tienen dificultades para manejar la excitación emocional", dice Clay, quien observó cómo a los huérfanos les lleva mucho tiempo recuperarse de la angustia. "Están muy molestos, gritando después de una pelea en comparación con los jóvenes criados junto a la madre, que salen de la pelea en cuestión de segundos", pone como ejemplo esta experta.


"Las emociones en animales han sido científicamente tabú --agrega De Waal--. Al medir la expresión de angustia y excitación de los grandes simios y cómo les hacen frente, hemos sido capaces de confirmar que la regulación emocional eficiente es una parte esencial de la empatía. La empatía permite a los grandes simios y los seres humanos absorber el sufrimiento de los demás sin estar demasiado angustiados". Waal dice que esto también explica por qué los bonobos huérfanos, que han experimentado un trauma que afecta el desarrollo emocional, son menos competentes socialmente que sus pares criados por su propia madre bonobo.