Detección de incendios

Sensores que distinguen entre el humo de un incendio y las nubes

El sistema consta de una serie de chips o sensores capaces de analizar cambios en la intensidad luminosa y detectar el humo, distinguiéndolo de otros fenómenos del paisaje.

Dos miembros de la UME intentando sofocar un incendio
Diseñan nuevo sistema de vigilancia para detección temprana de incendios
EFE

Un equipo de investigadores, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha diseñado un nuevo sistema de vigilancia para la detección temprana de incendios mediante tecnología de bajo coste.


El sistema, denominado Wi-FLIP, consta de una serie de chips o sensores de visión inteligente capaces de analizar cambios en la intensidad luminosa y detectar el humo, distinguiéndolo de otros fenómenos del paisaje.


"La novedad del sistema es que incorpora un algoritmo capaz de distinguir el humo y diferenciarlo del movimiento de las nubes, la vegetación o la fauna", además de adaptarse a "la variación de las condiciones de iluminación a lo largo del día", ha explicado en una nota Jorge Fernández, investigador del Instituto de Microelectrónica de Sevilla.


A diferencia de los sistemas de vigilancia actuales, basados en cámaras de visible o termográficas que monitorizan grandes extensiones de terreno -lo que incrementa el número de falsas alarmas-, la nueva red asigna a cada módulo Wi-FLIP un área de vigilancia de corto alcance.


El sistema, descrito como una cámara inteligente inalámbrica conectada a un pequeño panel solar, también incorpora un nodo de red inalámbrica de sensores, con un "transceptor" para enviar y recibir información vía radio.


De esta manera, si en una región se produce un incendio, el módulo usa la red de sensores para enviar por radio la señal de alarma a la estación de extinción más próxima, así como una fotografía que permite dimensionar los medios de extinción necesarios.


"Los sensores analizan la dinámica del humo, qué forma tiene cuando aparece sobre la vegetación y la velocidad con la que se mueve", lo que se traduce en unos parámetros que se estudian progresivamente según su movimiento, ha explicado el investigador.


Si pasado un tiempo, todas las condiciones se cumplen, se activa la alarma -en un tiempo máximo de seis minutos- y se envía la imagen para la confirmación de la existencia del incendio.


El prototipo se probó con éxito en 2011 y 2012 en los montes de las Navas-Berrocal en Almadén de la Plata (Sevilla), con detección de incendios a una distancia de 150 metros, en un tiempo máximo de seis minutos y sin falsas alarmas.


El desarrollo, publicado en el International Journal of Wildland Fire, ha sido diseñado por investigadores del Instituto de Microelectrónica de Sevilla (CSIC), la Universidad de Sevilla y el Plan Infoca de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.