Qatar

Arde un palacete de la familia del emir de Qatar en el centro de París

Más de un centenar de bomberos trabajaron para apagar el incendio que, según un responsable, comenzó en el tejado por causas todavía por determinar.

Arde un palacete en París
Arde un palacete de la familia del emir de Qatar en el centro de París.
EFE

Un incendio de grandes proporciones se declaró este miércoles en un palacete del siglo XVII del centro de París propiedad de la familia del emir de Catar, y las llamas causaron daños irreversibles en algunas de sus obras artísticas.


El fuego en el conocido como Hotel Lambert, obra del arquitecto de Versalles Luis Le Vau y situado en el extremo sur de la isla Saint Louis de la capital francesa, comenzó hacia la 01.00 hora local (23.00 GMT) y los bomberos tardaron cerca de siete horas en extinguirlo completamente.


Más de un centenar de bomberos trabajaron para apagar el incendio que, según un responsable, comenzó en el tejado por causas todavía por determinar, aunque se privilegia la pista accidental.


Varios vecinos de edificios próximos fueron desalojados ante el riesgo de propagación, sobre todo debido a la existencia de bombonas de gas por las polémicas obras de reforma que se realizaban en su interior.


La ministra francesa de Cultura, Aurélie Filippetti, se desplazó al lugar de los hechos y constató que se habían producido daños "muy graves", algunos de ellos "irreversibles", en el que calificó como "un elemento esencial del patrimonio de París".


En concreto, se refirió a los desperfectos causados por el hundimiento del techo del Gabinete de los Baños, pintado por Eustache Le Sueur en el siglo XVII.


Filippetti dijo que no podía calcular con precisión los gastos de rehabilitación tras el incendio, pero admitió que superará el de las obras de reforma que se llevaban a cabo, presupuestadas en 47 millones de euros.


El palacete, catalogado como edificio histórico, fue adquirido en 2007 por 60 millones de euros por familiares del emir de Catar, que iniciaron unos trabajos para, entre otras cosas, modificar diversos elementos arquitectónicos que suscitaron la polémica.


De hecho, la Administración francesa prohibió algunos de los proyectos iniciales de los actuales propietarios, como un ascensor para coches.


Según Filippetti, la familia del emir se ha comprometido a llevar a cabo una restauración en la que los servicios de la administración francesa contribuirán con la experiencia de sus conservadores.