Análisis

Una salud de hierro (y chips)

La tecnología puede ser una gran aliada para llevar un modo de vida saludable. Hemos pasado tres semanas con tres 'gadgets' muy especiales y os contamos nuestra experiencia.

La camiseta inteligente GOW
Una salud de hierro (y chips)
HA

Tradicionalmente se ha relacionado a la tecnología con un modo de vida sedentario. Es cierto que algunas videoconsolas o un disco duro multimedia a rebosar de pelis invitan a tumbarse en el sofá y que es fácil pegarse horas frente al ordenador en posturas poco saludables. Sin embargo, la tecnología también puede ser una buena aliada a la hora de llevar una vida más saludable.


Existen ‘gadgets’ especialmente pensados para monitorizar nuestra actividad diaria, controlar nuestro peso o medir nuestras pulsaciones cuando hacemos deporte. Asociado a este ‘hardware’, se han desarrollado también programas y aplicaciones para móviles y tablets que nos ayudan a llevar un exhaustivo seguimiento de nuestros esfuerzos por perder un poco de peso o simplemente mantenernos en forma.


En HERALDO.es hemos podido probar un completo equipo compuesto por una pulsera, una báscula y una camiseta, todos ellos muy inteligentes y muy 2.0, prestados para este artículo por la tienda K-tuin de la calle Cinco de Marzo de Zaragoza. Estos ‘gadgets’ nos han acompañado durante tres semanas contando todos nuestros pasos, velando por nuestro sueño, comprobando nuestro peso cada día o tomándonos el pulso cuando hacíamos algo de deporte.

El proceso

Este particular trio está capitaneado por la Jawbone Up, una pulsera muy trendy’ y cómoda que, colgada de nuestra muñeca, nos acompaña día y noche contando los pasos que damos cada jornada y midiendo la calidad de nuestro sueño.


Durante el día UP recopila información de nuestra actividad gracias a sus sensores de movimiento. Para poder consultar la información habrá que conectar la pulsera al móvil (UP funciona con iPhone/iPad y con algunos dispositivos Android) a través del conector de los auriculares. Una vez sincronizada y gracias a una completa y gratuita aplicación, nos enseñará en qué momentos del día hemos estado más activos, cuántos pasos hemos dado en total y las calorías que hemos consumido, tanto en actividad como en reposo, a lo largo de la jornada.


Cuando nos acostamos, y simplemente pulsando un botón para indicarle que nos metemos en la cama, UP comenzará a medir la calidad de nuestro sueño, permitiéndonos monitorizar cuánto tiempo hemos tardado en dormirnos, las horas que hemos descansado, qué porcentaje de nuestro sueño ha sido profundo y cuanto ha sido ligero y cuántas veces nos hemos despertado durante la noche.


UP es, además de un controlador de nuestra actividad, un buen incentivo para motivarnos a incrementar nuestra actividad y llevar un estilo de vida menos sedentario. A través de la aplicación, es posible proponernos objetivos, como el número de pasos que queremos dar cada día o las horas que deseamos descansar. Además, podemos programarla para que nos avise cuando pasamos demasiado tiempo sin movernos.


Características

La batería de UP dura unos 8 días y se recarga muy rápido, en solo una hora y media. Está fabricada con un plástico hipoalergénico, es muy cómoda y además es resistente al agua, por lo que podremos ducharnos con ella sin problema, aunque recomiendan que nos la quitemos si nos vamos a meter en una piscina.


Un día normal, sin hacer mucho deporte, hemos andado unos 7.000 pasos, lejos de el objetivo de 10.000 propuesto por la aplicación móvil. Pero cambiando el ascensor por las escaleras o bajándonos del autobús un par de paradas antes, es fácil lograr nuestros propósitos.


UP es también un invento muy cotilla y permite conocer datos más anecdóticos, como que un buen concierto supone unos 8.000 pasos (seguramente mezclados con saltos y algún intento de baile) o que una boda puede suponer hasta 16.000, un esfuerzo compensado, sin duda, por el banquete. Todos estos logros se pueden compartir, por supuesto, en las principales redes sociales.


Pero no todo es andar o correr. Desgraciadamente, la Jawbone UP no detecta otros ejercicios como ir en bici o practicar deporte en el gimnasio, aunque podremos añadir estas actividades a través de la aplicación.


Otra cosa que se echa en falta en este brazalete 2.0 es algún tipo de indicador que nos permita conocer nuestra progresión diaria sin necesidad de utilizar el móvil o el tablet. Otras pulseras cuentan con indicadores luminosos que se van rellenando a lo largo del día o incluso pequeñas pantallas que muestran mensajes al usuario. Tal vez por una cuestión de diseño o por no gastar más batería de la necesaria, UP carece de este tipo de indicaciones y dependerá siempre de otro dispositivo para comunicarse con su dueño.


La Jawbones UP cuesta 130 euros y está disponible en una amplia gama de colores. Fitbit Flex, su principal competidora, es un poco más voluminosa pero cuenta con indicadores luminosos y cuesta 30 euros menos, por su parte, la Nike Fuel Band, más orientada al deporte, cuesta 140 euros.

Un seguimiento más exhaustivo

Aunque la Jawbone UP es muy completa, solo mide el movimiento y hay que recurrir a otros ‘gadgets’ más específicos para llevar a cabo una medición más exhaustiva de nuestra actividad deportiva. La camiseta GOW Ttrainer mide las constantes del usuario y las registra en el móvil (iPhone y algunos modelos de Android) a través de la conexión bluetooth. La camiseta se adapta muy bien al cuerpo, casi como una segunda piel, y el sensor, que se acopla a ella de forma segura con dos clips, no molesta en ningún momento.


El sensor cardíaco permite a GOW conocer en cada momento el esfuerzo realizado por el usuario y a través de la aplicación para móvil y ordenador permite planificar entrenamientos predeterminados tanto dentro como fuera del gimnasio.


El pack completo, disponible tanto para hombre como para mujer, cuesta 100 euros, pero si somos deportistas habituales convendrá adquirir alguna camiseta extra, cada una de ellas por 50 euros más.


La pulsera Jawbone UP es un ‘gadget’ para todo tipo de usuario, puede servir para motivar al más perezoso o para animar a una persona deportista más allá de su actividad habitual. Sin embargo, el sistema GOW Trainer es un equipo bastante caro indicado para los más profesionales, aquellos que quieran llevar un control muy preciso de sus entrenamientos.

Cuestión de peso

Después de tanto ejercicio hay que pasar irremediablemente por el cruel juez que determinará si estamos cumpliendo nuestros objetivos: la balanza.


Las clásicas balanzas analógicas han sido sustituidas por un nuevo peso digital que se comunica con nuestros móviles y ‘tablets’ sin cables, permitiéndonos recopilar de forma automática nuestro peso, índice de grasa corporal y pulsaciones, para ofrecernos una gráfica de nuestra evolución a lo largo de las semanas. La báscula Withings, que también es capaz de medir la temperatura y calidad del aire de la habitación en la que la coloquemos, cuesta 150 euros.


La información de la báscula se puede sincronizar con la pulsera para tener todos los datos en una sola aplicación y, de un vistazo, comprobar si estamos cumpliendo, o no, los objetivos marcados.


El equipo completo de pulsera, báscula y camisetas sale por un total de 380 euros, una cifra no apta para todos los bolsillos. Además, hay que aprovechar el carácter motivacional de este tipo de tecnología para mejorar nuestros hábitos, pero tampoco conviene obsesionarse demasiado midiendo cada paso dado y cada gramo perdido.