¡Al agua, aparatos!

Tradicionalmente la tecnología no se ha llevado bien con el agua. Es un hecho. Hasta ahora han sido enemigos y los gadgets siempre han salido perdiendo. Miles de móviles, reproductores MP3 e incluso portátiles o ‘tablets’ han pasado a mejor vida tras un indeseado chapuzón.

Las garantías de los fabricantes de móviles no cubren este tipo de accidentes, algunos incluso añaden indicadores en el interior de los dispositivos para saber si se han mojado y detectar rápidamente el fallo. Es fácil que los usuarios que hayan sido descuidados se queden sin su preciado ‘gadget’ que se acaba convirtiendo en un pisapapeles muy caro, aunque también existen algunos remedios a probar antes de tirar la toalla.

Las soluciones son muy variadas y pueblan diversos foros de internet. Muchas son las leyendas urbanas que se mezclan con los consejos más o menos útiles a la hora de revivir un aparato que hemos pasado por agua. La capacidad de recuperación dependerá de muchos aspectos, como el tiempo que haya pasado sumergido y la cantidad de agua que haya pasado al interior.

Remedios caseros

Son muchos los que después de darse cuenta de que su móvil estaba en el bolsillo del bañador lo ponen a secar al sol o directamente debajo del chorro de aire caliente de un secador, cruzando todos los dedos del cuerpo y rezando sus mejores plegarias. En realidad no se recomienda poner ningún tipo de ‘gadget’ bajo una fuente de calor potente y continua , ya que el calor, como el agua, es otro de los principales enemigos de la tecnología y lejos de arreglarlo podría terminar de romperlo.

Otro remedio casero muy extendido es meter el aparato dañado en un bol con arroz cubriéndolo totalmente. Se basa en que el arroz crudo absorbe la humedad y ayuda a secar el dispositivo. Sumergir el móvil en este cereal no es garantía de que vaya a resucitar, pero puede ayudar a su recuperación.

En 2012 Nokia hizo un pequeño gráfico con consejos para aquellos despistados o torpes que hubieran sumergido sus ‘smartphones’. Javier García, responsable de Estrategia de Nokia Iberia, lo explica en sencillos pasos: "Lo primero es quitar la batería, es lo más importante antes de que se pueda crear un cortocircuito que inutilice el terminal, si no es posible retirar la batería, hay que apagar el móvil; después hay que retirar tarjetas, tanto la SIM como las de memoria, para proteger nuestros recuerdos; lo siguiente sería secarlo con una toalla y dejarlo todo el tiempo posible en un sitio que pueda recibir una corriente de aire, pero asegurarse de que este aire no es caliente; y por último, si se tiene prisa en quitar la humedad, se puede introducir en un recipiente con arroz dejándolo actuar al menos 24 horas".

Solución comercial

Más allá de los remedios caseros, existe una solución más comercial pero no excesivamente cara. Se trata del kit de supervivencia para móviles ahogados de ‘Evap Water’.

Lo primero será secarlo con una toalla y luego envolverlo con dos bolsas con un compuesto químico que elimina la humedad e introducirlo en un sobre sellado con un indicador que nos mostrará cuando podemos sacarlo, como muestran en este vídeo de K-tuin.

El kit ‘Evap Water’ es reutilizable, aunque pierde efectividad con los usos, y cuesta unos 20 euros.

Sin miedo al agua

Por cualidades propias o adquiridas, existen ‘gadgets’ que no tendrán miedo a darse un baño este próximo verano

Hace años que los fabricantes han desarrollado tecnología resistente al agua, móviles, tabletas, cámaras de fotos e incluso portátiles capaces de sobrevivir a un chapuzón.

Ha sido Sony el primero en dotar de estos poderes a su buque insignia, el terminal de alta gama Xperia Z, que, además de contar con una gran pantalla táctil, un buen procesador, una cámara de 13 Mpx y ser uno de los terminales más delgados del mercado, es completamente sumergible. El Xperia Z es algo inferior en prestaciones al S4 de Samsung o al HTC One, pero también es algo más barato y tiene poco que envidiarles. Además, Sony también ha dotado de capacidades subacuáticas al Tablet Z, su rival para el iPad, que aguanta inmersiones de hasta media hora.

Por otro lado, Samsung no se quiere quedar atrás y acaba de presentar el Galaxy S4 Active. Capaz de aguantar hasta 30 minutos sumergido a una profundidad de un metro, el Active es un poquito más grueso que el S4 original y cuenta con una cámara de 8 MPx con un ‘modo agua’ para hacer fotos submarinas. Saldrá a la venta este año por un precio que no ha sido desvelado.

Un aislante muy repelente

Si su móvil no es resistente al agua, siempre existe la posibilidad de protegerlo con una funda. Existen algunas que se adaptan a cada modelo como un guante y otras universales que sirven para cualquier terminal.

Varias compañías, como Liquipel, ofrecen la posibilidad de recubrir cualquier gadget con una película de nanopartículas que actúa como un escudo invisible y permite sumergir el móvil en el agua. Estos tratamientos, que solo duran unos días, no son baratos, tratar un móvil cuesta unos 50 euros, y hay que enviar el terminal a la empresa.