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Tamara Falcó, imagen de la joyería "Folli follie", no descarta meterse a monja

Tras su paso por 'Barbour' y 'Pronovias', presentó el pasado miércoles la nueva colección de la firma.

Tamara Falcó
Tamara Falcó, imagen de la joyería "Folli follie", no descarta meterse a monja

Tamara Falcó, hija del Marqués de Griñón e Isabel Preysler, ha firmado un contrato como imagen de la marca griega "Folli Follie", una de las joyerías más prestigiosas. 


Tras su paso por 'Barbour' y 'Pronovias', presentó el pasado miércoles la nueva colección de la firma. La compañía que fue fundada en 1986 por Dimitris Koutsolioutsos y que organiza exclusivas presentaciones, dona parte de sus beneficios a obras solidarias. Y este ha sido uno de los motivos por los que Tamara Falcó ha aceptado participar, ya que la joven ha encontrado refugio en la religión y la práctica de la fe y dedica gran parte de su tiempo libre a ayudar a los demás.


Por eso, la digna heredera de su madre, no descarta meterse a monja si recibe la llamada del Señor, aunque de momento no será así: "Si es por ahí por dónde me llama el Señor, bien, pero por ahora no me meto a monja". La joven está feliz de haber encontrado en la fe un gran apoyo: "Me encanta haber encontrado refugio en Cristo, me encanta y soy muy feliz".


La hija de Isabel Preysler confiesa además, sentirse una privilegiada con tantas ofertas de trabajo: "He tenido contacto con gente que lo está pasando fatal y la verdad es que me considero privilegiada".


Con la simpatía que la caracteriza, nos habla de la recuperación de su "tío" Miguel, marido de su madre: "Está tardando mucho la recuperación de tío Miguel. Muchísimo esfuerzo por su parte. Lo está llevando muy bien".


Y es que, Tamara es muy hogareña y se le cae la baba cuando habla de sus sobrinos: "Sofía es ideal, es la promesa de la casa, aunque mi favorito es Alejandro porque fue el primer sobrino por parte de madre y es un amor ese niño".


La hija de Isabel Preysler también ha confesado está encantada de recibir consejos de su madre, y ha asegurado que siempre está "encima mío, dirigiéndome, me alegro".


Y eso se nota, pues Tamara como siempre lo ha hecho, ha dejado una huella a la elegancia acudiendo a la presentación con un mono de color beige y negro que combinó perfectamente con zapatos de tacón en los mismos tonos y melena al viento. Además, un clutch beige y complementos dorados.