Meter un ‘smartphone’ en cada bolsillo, ese es el objetivo de los grandes fabricantes. Para la gama alta, la apuesta parece clara: enormes pantallas cercanas a los ‘tablets’ con altísimas resoluciones, potencia sin medida, envidiada por algunos ordenadores, y elegante diseño con materiales nobles como el aluminio o el cristal como ingredientes.

Pero la clave parece estar ahora en la gama baja. El fabricante que consiga un producto económico, con prestaciones inferiores pero que funcione correctamente y cumpla con los requisitos mínimos de un teléfono inteligente –pantalla táctil, conexión a internet y acceso a una tienda de aplicaciones completa–, está llamado a dominar un gigantesco mercado aún por explotar.

Estas son algunas de las tendencias que hemos podido ver en el Mobile World Congress de Barcelona, la mayor feria del sector móvil, que como todos los años ha reunido a los grandes, y a la que, como casi siempre, han faltado los gigantes: Google y Apple.

Samsung, HCT y Sony tampoco han aprovechado el evento para presentar sus buques insignia. Los dos últimos lo hicieron hace ya días y se espera que el Samsung Galaxy S4 se presente en marzo en un acto multitudinario en la neoyorquina Times Square. Pero hablemos de lo que sí se presentó en Barcelona.

Nokia mostró una amplia gama de teléfonos con Windows Phone a precios asequibles, y un par de modelos más baratos aún, pero que carecen de las cualidades de un ‘smartphone’, es decir, que sirven para llamar por teléfono y poco más. Además, en lo que a terminales asequibles se refiere, también se mostró algún pequeño adelanto del sistema operativo de Mozilla Firefox OS, que promete ser poco exigente con las especificaciones de los terminales que decidan acogerlo en sus entrañas.

La frontera entre tableta y teléfono inteligente es cada día más difusa. En el MWC pudimos ver también pequeños ‘tablets’ con los que se podían hacer llamadas y grandes teléfonos que se introducían en pantallas más grandes para convertirse en tabletas.

Un nuevo tipo de ‘gadgets’ que triunfaron en Barcelona fueron los que podríamos llamar centros multimedia ‘wireless’. Samsung y Sony presentaron sus propuestas de estos pequeños amigos de televisores y ‘smartphones’ que sirven para reproducir en la tele contenidos de móvil y ‘tablet’ sin necesidad de utilizar cables.