Rusia

Los fragmentos del meteorito podrían alcanzar un alto valor en el mercado

Si se trata de una 'acondrita', las rocas tendrán un valor mucho mayor porque se trata de un meteorito que deriva de un planeta.

Imagen del meteorito caído en Rusia
Los fragmentos del meteorito podrían alcanzar un alto valor en el mercado
AFP

Los fragmentos del meteorito que ha caído este viernes en Rusia podrían alcanzar un alto valor en el mercado dependiendo de su origen, ya que si se trata de una 'acondrita', cuyo origen es planetario, el precio podría llegar a alcanzar hasta 10 veces su peso en oro, según un experto del Instituto Geológico y Minero de España. 


Así, el investigador del Museo Geominero del IGME Rafael Lozano ha explicado que probablemente, 'cazameteoritos' de todo el mundo estarán ya viajando a Rusia en busca de fragmentos por su elevado valor para la investigación.


Por ello, estima que los cientos de afectados de las regiones del centro de Rusia y del norte de Kazajistán pasarán "del horror y las lágrimas a la alegría" porque lo normal es primero asustarse y luego alegrarse por esta lluvia. "Muchos se los quedarán de recuerdo y otros los venderán", estima, aunque en esta ocasión ha advertido de que como se van a recuperar muchos fragmentos el valor de mercado descenderá.


En todo caso, señala que el precio dependerá de qué tipo de roca se trate. Si es una 'condrita ordinaria' valdrá menos que una 'acondrita', ya que es muy común. Lozano ha precisado que las condritas están formadas por cóndrulos, que son rocas primordiales, de las más antiguas del sistema solar, y son muy comunes.


En cuanto a las acondritas, ha dicho que tienen un valor mucho mayor porque se trata de un meteorito que deriva de un planeta. "Podría ser un meteorito marciano, que ha sido lanzado de Marte tras el impacto de un meteoro en ese planeta y que, a su vez, haya provocado la eyección de material marciano al espacio". "Esos son los más raros y valiosos", ha agregado. El investigador ha subrayado que la última noticia de un meteorito marciano, cayó en Marruecos y alcanzó 10 veces su precio en oro.


Respecto al fin del meteorito, el investigador del Museo Geominero ha señalado que hay dos vertientes principales, el coleccionismo, por parte de particulares o instituciones, y la investigación, ya que se trata de "muestras interesantes" porque se trata de un fragmento de Marte o del cinturón de asteroides, que son lugares "inaccesibles". Además, otro de sus destinos es la joyería, donde las pallasitas (cristales de olivino) se emplean para distintos objetos.


Los meteoritos españoles

En España también han caído algunos meteoritos, como el de Villalbeto de la Peña (Palencia) el 4 de enero de 2004 o el de Puerto Lápice (Ciudad Real), el 10 de mayo de 2007. Según Lozano, en ambos caso sucedió algo parecido a lo acontecido este viernes en Rusia aunque "no tan espectacular".


Asimismo, ha dicho que el IGME ha estudiado distintos meteoritos, como el que cayó en Reliegos (León) en los años 50 del siglo pasado y el de Los Blázquez (Córdoba), que después de muchos años calificada de meteorito, se demostró que, en realidad no lo era y ha agregado que el Museo del IGME dispone de una colección de meteoritos accesible para el público general.


Un meteorito es un objeto que entra en la atmósfera y al contacto con el aire comienza una fricción que le hace calentarse a temperaturas muy altas y, así, se generan tensiones en la roca que son muy altas hasta que llega un momento en que explotan y caen en forma de elipse.


Respecto al peligro que suponen ha indicado que tanto en Rusia como en los últimos registrados en España pueden pesar hasta un kilogramos, por lo que los daños no son muy importantes. "Depende del objeto, pero para causar daños importantes debería ser mucho más grande y, si es muy grande da igual donde caiga, porque entonces puede suponer daños graves", ha advertido Lozano que ha recordado la hipótesis de que un meteorito causó la extinción de los dinosaurios y ha añadido que un fuerte impacto puede levantar una nube de polvo que puede provocar una columna de humo inmensa, o bien un terremoto, entre otros efectos.


En todo caso, ha agregado que la NASA tiene un programa de seguimiento de meteoritos y asteroides para controlar los más grandes. A su juicio, si algo como lo sucedido este viernes ocurriese sobre una central nuclear u otras instalaciones peligrosas, no pasaría nada, porque se trata de una lluvia de piedras "no muy grande" y que, de hecho, la de Rusia ha dejado numerosos heridos, sobre todo por rotura de cristales, pero ningún muerto.