Unión Europea

Los belgas, los europeos más ricos

El patrimonio financiero medio de cada belga supera los 67.158 euros y el de los españoles es de 16.596.

El patrimonio financiero medio de cada belga supera los 67.158 euros, lo que los convierte en los ciudadanos más ricos de toda Europa, en parte gracias a un régimen fiscal favorable y a la moderación de los precios inmobiliarios, que permite un mayor ahorro, informa hoy el diario Le Soir.


De este modo, Bélgica se sitúa a la cabeza del continente, seguida de cerca por los holandeses (61.219 euros) y los luxemburgueses (60.366 euros), y más alejados quedan los franceses (41.407 euros), los alemanes (38.702 euros) y los españoles (16.596 euros).


A finales de 2012, el patrimonio financiero de las familias belgas, una vez sumado el capital de cuentas bancarias, sociedades de inversión, seguros sobre personas, acciones y obligaciones, alcanzaba los 981.000 millones de euros brutos, que se quedaban en 77.200 millones una vez deducidas sus deudas.


Esta cifra deja de lado las propiedades inmobiliarias, cuyo valor es superior y podría llegar a 1 billón de euros, lo que supone que en los últimos diez años se habría más que duplicado, según los datos del Banco Nacional de Bélgica.


El rotativo belga atribuye el elevado patrimonio al desarrollo económico del país, que se encuentra "pegado a la locomotora alemana", aunque su régimen fiscal también juega un papel importante a la hora de acumular riqueza, sobre todo para los beneficiarios de rentas inmobiliarias.


Además, la moderación de los precios inmobiliarios permite a las familias ahorrar más dinero, mientras que los ciudadanos de países vecinos como Holanda, Alemania y Francia deben desembolsar cantidades más elevadas de dinero para convertirse en propietarios.


Entre las razones que conducen a los belgas a ahorrar dinero también cabe destacar la incertidumbre sobre su futuro, debido a la crisis económica, así como a la voluntad de invertir en un fondo de pensiones que complete su prestación de jubilación.


Asimismo, muchos ciudadanos han aumentado sus aportaciones a cuentas bancarias debido al descenso de los intereses que ofrecen las entidades, con el objetivo de mantener un nivel de beneficios similar.