Opinión

La donación de órganos, el mayor gesto solidario

En estas fechas en las que la situación social es preocupante y la sociedad se diluye poco a poco, los actos solidarios afloran en demasía dejando de tener importancia y mucho menos relevancia.


Muchas campañas se ponen en marcha con acciones que en otros momentos habrían tenido un apoyo incondicional y masivo y que ahora pasan totalmente desapercibidas. Estamos tan tocados, que casi nada ya nos llama la atención.

Pero aún en tiempos difíciles como los que nos encontramos, siempre hay algo que despunta y se convierte en el referente de una sociedad.


La generosidad de muchas personas hace que la donación de órganos en España sea uno de los mayores hitos de la historia moderna. España lidera a gran ventaja al resto de países del mundo en tasa de donantes por millón de habitantes. Con 34 donantes por millón de habitantes, España se convierte en el ejemplo a imitar por el resto de países del mundo que ven como nuestro país avanza sin cesar hasta cifras jamás conseguidas por ningún país del mundo. Al menos en algo somos un ejemplo para el resto del mundo. Somos un ejemplo de solidaridad.


España se ha convertido en el lugar donde antes se recibe un órgano para poder ser trasplantado y donde se tiene el mayor número de posibilidades de sobrevivir si se ha sido trasplantado. La tasa de donantes por millón de habitantes, unido a la baja cifra de negativas familiares (15% de negativas familiares) nos convierten en líderes mundiales.


El trabajo de muchas personas lleva ya años dando su fruto. La Organización Nacional de Trasplantes y las asociaciones de pacientes, fundaciones y otras organizaciones, están consiguiendo que cada día más personas digan SÍ a la donación de órganos. Y es que aún en tiempos de crisis donde ya casi nada nos llama la atención, la donación de órganos se convierte en un gesto solidario que nos hace mejores. Únicos.


Gracias a los miles de donantes que cada año donan sus órganos, el trasplante en España ha dejado de ser una quimera y se ha convertido en una realidad. Casi en una rutina. Rutina que salva muchas vidas.


La solidaridad merece la pena.


Carlos Sanz es presidente de la Fundación Carlos Sanz.