Filatelia

Correos emite un sello dedicado a los acuerdos fronterizos en los Pirineos

Con motivo del quinto centenario del Acuerdo de Astún, Correos ha emitido un sello en reconocimiento de las mugas fronterizas, los mojones que señalan las líneas fronterizas entre España y Francia.

Imagen del sello sobre las mugas del Pirineo
Correos emite un sello dedicado a los acuerdos fronterizos en los Pirineos
CORREOS

Correos ha emitido un sello con motivo del reconocimiento de las mugas fronterizas, los mojones que señalan las líneas fronterizas entre España y Francia a través de los altos valles del Pirineo, al cumplirse el quinientos aniversario del Acuerdo de Astún. 


Los alcaldes franceses del Valle del Aspe; Urdós, Cette-Eygun y Etsaut, y el alcalde de Jaca renuevan anualmente estos tratados suscribiendo las actas que posteriormente transmiten a sus respectivos gobiernos en París y Madrid.


Un mojón con las manos unidas

El sello, con un valor facial de 0,52 euros y una tirada de 300.000 ejemplares, reproduce la imagen de una muga o mojón y las manos unidas de los cuatro regidores municipales, como muestra del hermanamiento y buena vecindad.


En época medieval, y para mantener la unidad geográfica, económica y comercial entre los pueblos de las montañas, se alcanzaron acuerdos que permitían que los habitantes de cada lado se trasladaran de un país a otro con sus ganados para pastar o proveerse de leña y suministros.


En este contexto se encuentra el Tratado del Puerto de Astún, tomado en el año 1131 bajo el reinado de Alfonso I de Aragón, quien concedió la utilización de los pastos fronterizos de Candanchú, La Raqueta y el Espelungué a los monjes del Hospital de Santa Cristina, recuerda Correos en una nota de prensa.


Entre las dos zonas pirenaicas existió generalmente una buena relación, salvo dos siglos más tarde cuando el rey Martín el Humano prohibió a los franceses el disfrute de los terrenos y de los pastos por el apoyo que hicieron al Conde de Foix y en contra del rey de Aragón.


En el siglo XVI, bajo el reinado de Fernando el Católico, se restableció el acuerdo con los pastores vecinos y en 1513 el monarca otorgó a la ciudad de Jaca la propiedad indiscutible del territorio de Astún y se llegó a un nuevo acuerdo que establecía la concordia entre las dos fronteras, por el cual Jaca se comprometía a entregar anualmente cien sueldos jaqueses a sus vecinos.