Año nuevo

La esperanza de dejar atrás la crisis

La Puerta de Sol, en vivo o por televisión, eje de la despedida del año en España.

Miles de personas han recibido entusiasmadas el año nuevo comiendo las doce uvas al son de las campanadas del reloj de la Puerta del Sol, en un bullicio de felicitaciones y buenos deseos, especialmente la esperanza de dejar atrás la crisis o, al menos, que 2013 no sea peor que 2012.


Los presentes en la famosa plaza madrileña y los millones que lo hayan visto por televisión habrán tenido tres segundos para comerse cada una de las uvas "de la suerte" en la medianoche que separa el año viejo y el nuevo. 


Han estado pendientes de que todo funcionara "como un reloj" los maestros relojeros Pedro y Santiago Ortiz y Jesús López-Terradas, responsable del mantenimiento de la maquinaria.


El reloj fue inaugurado el 19 de noviembre de 1866; fabricado en Londres y situado en la torre de la Casa de Correos, fue donado por el liberal leonés José Rodríguez Losada, que se había exiliado en Londres cuando el rey Ferando VII impuso el régimen absolutista.


Para garantizar la seguridad antes, durante y después de la celebración en el centro de la capital, el Ayuntamiento había preparado un dispositivo de unas 200 personas entre efectivos de la policía municipal, Samur-Protección Civil y servicios de limpieza, a los que se han sumado 262 agentes de la Policía Nacional.


Al igual que en ocasiones anteriores, se ha impedido el acceso con botellas y vasos de vidrio.


En esta ocasión, los que hayan querido acercarse a celebrar el año nuevo in situ habrán tenido más problemas de movilidad que en años anteriores por una nueva jornada de paros en el Metro.


En esta ocasión, el comité de empresa los había convocado desde las 17.00 horas de ayer hasta las 2.00 horas de hoy, con unos servicios mínimos del 35 por ciento.


Como cada año, las autoridades locales había modificado el trayecto de varias líneas de autobús para que no circulasen por la céntrica plaza.