Solidaridad

'El niño del gorro rojo' operado por última vez

Ricardo ha pasado de nuevo por las manos del doctor Cavadas que le ha colocado tres expansores en la cabeza.

Ricardo y sus padres en el gimnasio
Ricardo
HERALDO.ES

“El año que viene podré bañarme y jugar con mi hijo en la piscina”. Esta frase recoge la ilusión con la que Ricardo Báez, padre de Ricardo, 'El niño del gorro rojo', afrontaba la que aparentemente será la última operación a la que tenga que ser sometido el pequeño.


La familia se desplazó este lunes a Valencia para que Ricardo se sometiese a una intervención en la que el doctor Cavadas le colocó los tres expansores que le permitirán finalizar su tratamiento. “Todo ha ido muy bien y, en teoría, mañana -por este martes- le quitan los drenajes y podremos volver a casa”, explicaba su padres, minutos después de que el pequeño se despertase de la anestesia.


Esta ha sido la tercera operación de este tipo a la que se ha sometido al pequeño de 7 años, después de que en otras dos anteriores ya se le colocaran otros cuatro expansores. “Ahora le han puesto tres porque así con esta última operación se terminará todo, aunque después tendrán que retirárselos en otra intervención”, suspiraba aliviado el padre.


Sin embargo, todavía se desconoce el tiempo que Ricardo tendrá que volver a ponerse su gorro rojo, ya que el tiempo que llevará estos aparatos es muy flexible. “Después de la segunda operación estuvo con los expansores 11 meses, hasta que se los quitaron en agosto del 2011 a causa de una infección”, repasó.


Con esta operación, el doctor Cavadas busca hacer hueco entre la piel del pequeño y el hueso para poder estirarla lo máximo posible y cubrir así parte del cuero cabelludo, después de que el joven naciera con tres partes de la cabeza necrosada. “Cuanto más tiempo esté en teoría es mejor, aunque como la zona que ahora hay que tapar es menor no se apurará tanto”, opinaba Ricardo.


La familia ha recibido mucha ayuda


Tras recibir el duro varapalo desde el Juzgado de lo Social número 1 de Zaragoza que estimó que el Salud no debía reembolsar los 26.000 euros que los padres del niño le reclamaban por el tratamiento que está recibiendo en Valencia, la familia ha recibido el cariño y el apoyo de buena parte de la sociedad zaragozana.


Sorteos y diferentes jornadas a lo largo de estos meses han permitido a los padres afrontar el gasto de la anestesia y los expansores utilizados en esta operación, ya que el doctor Cavadas se comprometió a finalizar el tratamiento completamente gratis. “Hemos pagado ya los 800 euros del anestesista y tendremos que hacer frente a unos 1.600 euros de los expansores”, calculó su padre. Sin embargo, buena parte de este dinero ha podido ser recaudado con las acciones que se han llevado a cabo.


Ahora el camino que le queda a la familia es repetitivo pero ilusionante, ya que cada martes tendrán que ir a una consulta semanal a Valencia para someterse al tratamiento de expansión. Para estos gastos, sobre todo de gasolina, han contado con la solidaridad de numerosos colectivos. “Por mediación de la profesora de Infantil del colegio conseguimos organizar un campeonato de padel en el club de Montecanal y nos dieron la recaudación”, repasaba el padre.


Además, mediante la gasolinera del distrito de Casablanca también se ha logrado obtener una ayuda de 400 euros para gastar en bonos de gasolina. “Calculamos que cada viaje nos cuesta 50 euros en gasolina, así que casi dos meses los tenemos cubiertos”, agradeció Ricardo.


Con esta solidaridad, la familia ha afrontado la última operación con la ilusión en el horizonte de que Ricardo, por fin, pueda jugar con su padre en la piscina.