Gastronomía

Un libro con 300 recetas reconcilia al alérgico con la cocina tradicional

El padre de una niña alérgica ha recopilado durante años un número importante de recetas y alternativas a productos que suelen provocar reacciones alérgicas, y las ha recopilado en 'Cocina fácil para alérgicos'.

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EFE

Un libro de cocina recopila 300 recetas pensadas para quienes no pueden ingerir determinados productos, como el huevo o los frutos secos, pero que se resisten a rechazar de su alimentación diaria ciertos platos alabados por todos como la tortilla de patatas.


Hacer una "buena" tortilla de patatas sin huevo es posible y, sobre todo, "muy fácil" si se siguen los pasos indicados en este manual, que además de esta receta, recopila otras "muy curiosas" elaboradas con ingredientes de la dieta mediterránea, explica el zaragozano Pablo Murillo, autor del libro 'Cocina fácil para alérgicos'.


Murillo ha recopilado durante años, junto a su mujer, un número considerable de recetas para ofrecer a su hija, alérgica desde los tres años, una alimentación variada y similar a la del resto de los miembros de la familia.


No tiene nada que ver con el mundo de la hostelería, sino que es trabajador en una imprenta, pero el hecho de que a su hija le diagnosticaran una alergia alimentaria le llevó a empezar una "auténtica labor de detective" para buscar nuevas fórmulas de alimentación.La cocina, un laboratorio

De esta forma, convirtiendo la cocina en un laboratorio y siempre en contacto con otros alérgicos para compartir experiencias culinarias, descubrió, por ejemplo, que la harina de garbanzo, muy utilizada en países del norte de África, como Argelia y Túnez, es un buen sustitutivo del huevo.


También se puede hacer un arroz con leche, sin leche, o bizcochos sin huevos, utilizando aceite, yogur, azúcar y añadiendo harina tamizada, es decir mezclándola poco a poco para que contenga oxígeno y "no haga falta echar huevo para que suba".


"Para hacer tortilla de patatas, sustituimos el huevo por harina de maíz que la diluimos en agua. Mezclamos las patatas con esta mezcla y lo cocinamos como se hace normalmente. Como queda un poco flojo de color, le echamos una pizca de colorante alimentario. No es exactamente el mismo sabor, pero la apariencia visual es parecidísima", comenta.


Todas estas recetas son "fáciles" de elaborar, pero llegar a ellas resulta "complicado", ya que muchos otros alimentos pueden contener trazas de los productos que provocan alergia, lo que reduce considerablemente las posibilidades alimentarias.El peligro de las trazas

Por ejemplo, la bollería o el chocolate contienen frecuentemente trozos de frutos secos, uno de los alimentos que más alergia produce, o la pasta puede llevar también parte de huevo de las líneas de fabricación, por lo que no basta con excluir los productos que directamente provocan alergia, sino que hay que estar alerta también con otros.


"Un alérgico al huevo no puede tomar evidentemente un huevo frito, pero no puede comer tampoco casi nada de bollerías, de pasta, de queso y aquellos alimentos que contienen huevo. De hecho, muchas vacunas se hacen también con vacuna de proteína huevo", señala.


Y agrega: "No es solo la presencia directa lo que hay que cuidar, sino la indirecta que hay en muchos alimentos, que hace que sea todavía más peligroso".


El libro contiene recetas de primeros y segundos platos, una variedad de postres, además de más de 40 salsas -como la mayonesa con leche, en vez de con huevo- y papillas para lactantes, aunque es muy improbable detectar una alergia alimentaria antes del año de vida, ha indicado.


En España, hay alrededor de 750.000 personas con alergia alimentaria, y otras 400.000 no diagnosticas, de las cuales el 80% tiene alergia al huevo, al pescado y a los frutos secos.


La reacción alérgica aparece antes de que transcurran dos horas de la ingesta del alimento y se manifiesta en fuertes picores, vómitos, erupciones en la piel o en problemas respiratorios, entre otros, que pueden llegar a ser "muy graves", señala.


Estas advertencias médicas también se incluyen en la primera parte del libro, escritas por la alergóloga Susana Monzón, así como consejos para adquirir los hábitos saludables que se deben mantener en el hogar de una persona con alergia alimentaria.La limpieza

De hecho, no basta sólo con la alimentación, sino que hay que limpiar con especial cuidado los utensilios utilizados en la cocina, para evitar posibles contactos entre productos.


"En mi casa la máxima que primó es que la persona alérgica no se sintiera rechazada por los demás, ni como un ser distinto. Es sencillo que los no alérgicos se adapten a la alimentación del alérgico. Sobre esta base se construye todo fácil", concluye.