Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Tercer Milenio

Documentales. La aventura de contar historias de ciencia

La ciencia, aliada con la imagen y entrelazada en una buena historia, es el motor de documentales que pelean por un hueco en televisión y de vídeos firmados por científicos que quieren llegar al público.

Fotograma del documental 'Universo Extremo'
Fotograma del documental 'Universo Extremo'

Montados en camión, recorren en diez días el trayecto desde Arusha hasta el valle del Rift. Es para todos el mejor safari imaginable, en la cuna de la humanidad y en la mejor compañía. Los pasajeros son el codirector de las excavaciones de Atapuerca y paleontólogo Eudald Carbonell; los productores Luis Quevedo y Alfonso Par; y sus respectivas parejas, junto a los guías locales. África se les revela en estado puro: «Recogimos fósiles, herramientas de más de 2 millones de años de antigüedad, ahí, en el suelo, sin más. Por la noche, las hienas se acercaban al campamento y rozaban los plásticos que hacían las veces de pared improvisada. No dormimos mucho», recuerda Quevedo, codirector del trabajo. Y comiendo cerdo salvaje cazado por el equipo, cabra cruda y hasta termitas; no lejos de leones, leopardos, gacelas, elefantes y jirafas, «fue una manera tremenda de meterse en la piel de un homínido de hace 2 millones de años».


¿Qué mejor manera de preparar el rodaje del documental ‘En busca del primer europeo’? Se estrenará próximamente en La 2 de TVE y está previsto editar un DVD de este trabajo que contará «la historia de todos: la historia de cómo llegamos a ser humanos».




Han pasado tres años desde que se gestó la idea –en torno a un café y a un libro: ‘Darwin’s Dangerous Idea’, de Daniel Dennett– hasta hoy (aún en vísperas del estreno), pero, ya se sabe, «con un presupuesto apretado, las cosas son lentas». Con ayuda de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y de TVE ha sido posible rodar por tres continentes, «en busca del único, el original e inconfundible ‘Primer Europeo’, entrevistando a los principales expertos ya fuera en África o Georgia, en Burgos o en Gibraltar». Contar la ciencia desde una pantalla es, en sí mismo, una aventura. Una aventura que no acaba con el rodaje, pues «el principal problema de este tipo de obras es llegar al público, la distribución».


José Ignacio Latorre, uno de los productores del documental ‘Universo Extremo’, dirigido por Maite Soto, de la Universidad Autónoma de Barcelona, y producido también por la Universidad de Barcelona y el Centro de Ciencias de Benasque Pedro Pascual, echa de menos la presencia de contenidos científicos de divulgación avanzada en televisión, especialmente en las cadenas públicas. Aunque este trabajo está siendo emitido en la televisión canaria y en ‘La aventura del saber’ de La 2. En colaboración con la FECYT, se ha ofrecido a todos los institutos de España. ‘Universo extremo’, que muestra cómo se detectan los rayos gamma que llegan a la Tierra desde los lugares más convulsos del Universo, es un ejemplo de divulgación promovida desde los propios centros que hacen ciencia.


En la clausura de la última Bienal de Cine Científico de Ronda, Mariano Cebrián, presidente de la Asociación Española de Cine e Imagen Científicos, citó entre las tendencias que, cada vez más, «se huye de presentar las investigaciones aisladas, haciendo un esfuerzo por buscar interacciones con otras investigaciones hasta situarse en un ecosistema interdisciplinar, como le ocurre a la propia ciencia».


RETRATISTA DEL ECOSISTEMA

Cambiar la zoología, su vocación primera, por la producción audiovisual, ha proporcionado a Fernando González Sitges, guionista, director y realizador, un gran angular para tratar de entender la vida en su conjunto y «también a mí mismo, como animalillo que soy». En lugar de especializarse en una sola especie o incluso en un detalle de esa especie, ha recorrido medio mundo conociendo especies y también gentes, en busca de historias. Historias completas, que no omitan al ser humano como parte integrante y determinante del ecosistema, algo que no pocas veces le piden las televisiones, más dispuestas a comprar ‘documentales de animales’.


Es un enamorado de África. En Georgia del Sur, en la periferia antártica, encontró el sitio más salvaje y virgen que existe. Dirigió el proyecto Kraken, en busca del calamar gigante. El abismo marino como última frontera le hizo sentirse como los exploradores de otro tiempo. Tampoco olvida el rodaje de su primera serie documental larga, que le llevó, durante un año, del Ártico a Tierra de Fuego.


La productora Explora Films, de la que es socio, rueda documentales en los cinco continentes que son emitidos en las principales cadenas internacionales: National Geographic, Discovery Channel, France 5, Arte, NHK, TVE, Canal +, ZDF, etc.


«Vendemos en todo el mundo, desde Ghana a Estados Unidos, China o Inglaterra, a unas 160 cadenas; si nuestro mercado estuviera limitado a España, hubiéramos cerrado; aquí, solo las televisiones autonómicas compran y emiten este tipo de documentales». Producir con calidad no es barato: entre 5.000 y 6.000 euros la hora, «en televisión es lo que te gastas en el locutor». Medio ambiente, naturaleza, comportamiento animal, ecología, arqueología –una temática que cada vez se demanda más–, etnografía, historia, paleontología, arte... tienen cabida entre sus producciones. Y no hace falta adentrarse en una peligrosa selva para hallar la emoción. «Rodar ‘El señor de Sipán’, en Perú, fue como asistir al desenterramiento de la historia; hablamos con Walter Alva, su descubridor, vivimos las dudas del arqueólogo ante el hallazgo de un pequeño objeto cerámico... Es no parar de aprender nunca».


¿Cómo se eligen los temas? Explora Films tiene a dos personas rastreando el mercado y detectando temas que van a ser demandados. Por ejemplo, algo asociado a un escenario determinado que puede conectar con un tema de actualidad científica: una película de Brad Pitt que se rodará en el Amazonas pondrá de moda esa zona y los temas amazónicos pueden servir de excusa para hablar del cambio climático.