A los estudiantes del CFP Salesiani Don Bosco de Vicenza (Italia) les ha costado tres años llegar hasta el desarrollo óptimo de Optichair, pero al fin lo han conseguido. Este sistema de guiado óptico está pensado para que los afectados por esclerosis puedan controlar su silla de ruedas mediante el simple parpadeo de sus ojos. Las pruebas a que lo han sometido arrojan una eficiencia de entre el 80 y el 90%. «El microcontrolador ha sido diseñado y fabricado por los alumnos –Daniele Costa y Amir Jalcin–; el sistema captura el movimiento del ojo y el ordenador mueve la silla», explica el tutor, Marco Gottardo. Primero probaron a que los estímulos cerebrales se transformaran en órdenes, pero la eficiencia era baja. Después, intentaron que una telecámara siguiera la pupila del paciente, pero no le daba la suficiente autonomía. Después de acumular toda esta experiencia, bastó un mes para dar en el clavo; todo podía ser más sencillo: el ordenador propone una dirección y el usuario simplemente confirma o no con su parpadeo. Este equipo italiano trajo hasta Zaragoza un demostrador de cómo funciona el sistema dándole órdenes a un cochecito, pero todo está pensado para instalarse en una silla de ruedas que, además, incorpora control por voz y la posibilidad de telecontrol vía web en el caso de que al usuario le sucediera algo y quedara inmóvil. Una alerta al puesto de control pondría en marcha el mecanismo para localizar dónde se encuentra la silla y actuar sobre ella.

 

La propia experiencia impulsa muchas veces a idear soluciones que ayuden a otros. Jaume Oller ha sufrido algunas lesiones y sabe lo incómodos que resultan los yesos y las muletas. «¿Cómo podría hacerse una muleta que dejara libres las manos?», pensó. Junto a su compañero del IES Jaume Huguet de Valls (Tarragona) Éric Martínez, imaginaron la forma de unir la tecnología de escaneado por láser para conseguir prótesis totalmente adaptadas al sujeto, ya fuera para inmovilizar una pierna fracturada o para fabricar un miembro ortopédico. Y se pusieron manos a la obra. El resultado fue un escáner 3D para modulación de prótesis. Por ejemplo, para lograr una prótesis a medida, se realizaría el escaneado láser, con una cámara de alta precisión, del otro brazo. Los datos capturados, que usan un patrón como referencia, componen un archivo digitalizado del brazo, teniendo en cuenta incluso las texturas. Bastaría obtener el objeto simétrico, el ‘espejo’ del brazo escaneado, para que, con esos datos, una máquina automatizada convirtiera ese diseño virtual, inmensamente fiel, en una prótesis ‘a la carta’.

 

Adelantándose a un futuro menos dependiente del petróleo, cuando los coches eléctricos sean los dueños de las calles, David Sánchez, del CES Salesians Sant Vicentç, de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), ha pensado en un sistema que, alojado en un aparcamiento comunitario, recargue los vehículos de los vecinos mientras todos duermen, aprovechando la tarifa nocturna. «Es un sistema de carga por turnos –explica-; con un automatismo y un analizador de redes, se hace un rastreo y se empieza la recarga por el vehículo más descargado». Así sucesivamente hasta completar la recarga equitativa de todos. El programa informático podría llevar también la gestión energética, no solo de la red de recarga, sino del consumo de cada automóvil.