Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Regalar nos hace felices

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Regalar o hacer una donación nos hace felices
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AFP

REGALAR NOS HACE FELICES

Gastar dinero en otros -tanto en regalos como en donaciones- nos hace más felices que gastar dinero en nosotros mismos, según un estudio de la Universidad de British Columbia y la escuela de negocios de Harvard publicado en la revista ‘Science’. Esto sucede independientemente de nuestro nivel de ingresos y de la suma de dinero gastado.


CON BANDA SONORA

La música que suena en un comercio o en un restaurante influye en el tiempo que permanecemos en el establecimiento y en cuanto gastamos. Científicos de la Universidad de Strathclyde, en Escocia, han demostrado que cuando en un restaurante suena música lenta, por ejemplo música clásica, los clientes permanecen más tiempo, consumen más y gastan más dinero. Además, otro estudio de la Universidad de Leicester (Inglaterra) reveló que el gasto por cabeza es mucho mayor cuando suena música clásica que si se reproduce música pop o si, sencillamente, no hay música de fondo.

Por otra parte, se ha comprobado que, en una vinoteca, el país de origen de la música que suena nos influye inconscientemente, de tal modo que los clientes suelen comprar vino francés si suena Edith Piaf y Oporto si se escucha de fondo un fado portugués. ¿Ocurrirá esto también en las librerías, mientras escogemos el autor de un libro?


EL PODER DE LA MARCA

A la hora de comprar, nuestra primera impresión es emocional. A esa conclusión llegó el científico Peter Kenning, de la Universidad de Münster (Alemania), tras analizar cómo reaccionaba el cerebro de los consumidores ante dos tipos de marcas: las marcas desconocidas, definidas como marcas de baja afinidad, y las marcas conocidas, de alta afinidad. Los resultados mostraron que ante una marca conocida la zona del cerebro que se ocupa de la toma de decisiones se relaja y baja su actividad, mientras que las áreas emocionales se estimulan. “Es como si la percepción de las marcas suspendiera la actividad racional para descargar al cerebro del esfuerzo de elegir”, concluye Kenning.


DULCE TENTACIÓN

Juliano Laran, de la Universidad de Miami (EE. UU.), ha demostrado que si un vendedor nos ofrece un bombón de chocolate y lo aceptamos, a partir de ese momento tendemos a comprar más de lo que queremos y necesitamos. Por el contrario, quienes se resisten al dulce se sienten también menos tentados cuando, a continuación, el mismo vendedor les ofrece productos de lujo como ordenadores caros, camisetas de diseño, televisores de última generación o cruceros.