Tercer Milenio

En colaboración con ITA

"Newton no se hace amigo nuestro en cuatro mañanas"

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La curiosidad del matemático Juan Luis Vázquez es inagotable
Juan Luis Vázquez
CARLOS MUñOZ

Catedrático de Matemática Aplicada en la Universidad Autónoma de Madrid, ha dedicado toda su vida a comprender el mundo en clave matemática. Una aventura protagonizada por la ecuación del calor y el análisis propuesto por Fourier. Es Premio Nacional de Investigación 2003 en el área de Matemáticas y Tecnologías de la Información. En 2006, fue nombrado uno de los 250 científicos e investigadores más relevantes del mundo en un estudio de la empresa norteamericana Thomson-Isi.


PREGUNTA Las matemáticas juegan con entes abstractos -los números- para conocer el mundo real.

RESPUESTA Las matemáticas se desarrollan por dos motivos: uno de ellos es que alguien quiere saber cómo funciona el mundo real y se establece un modelo matemático. Es como el que tiene un poema o el que sabe una lengua y le gusta practicarla. Los matemáticos vivimos en ese mundo fantástico, nos pagan por hacer una cosa fantástica que es jugar con nuestro modelo. Entonces se juntan dos mundos, el del poeta y el del ingeniero. El matemático tiene que tener esas dos almas.


P. ¿Están realmente las matemáticas en todas partes?

R. Cuando vas por la calle y sacas dinero de un cajero, toda esa información está codificada con ceros y unos. Es decir, es aritmética y criptografía. Cuando modificas una imagen con Photoshop, por ejemplo, estás haciendo una labor de filtrado que se hace con matemáticas. Lo hace un chip. Pero alguien sabía las matemáticas necesarias para hacerlo. Otro ejemplo es el pronóstico del tiempo. Alguien mide dónde están las nubes y ha calculado dónde estarán en un periodo de tiempo. Eso se hace con unas ecuaciones y un integrador numérico.


P. Entonces, ¿por qué cuesta tanto verlas?

R. Las matemáticas forman parte de este mundo tan complejo, lo que pasa es que están ocultas, porque los números se ven menos. Pero nosotros lo sabemos muy bien, porque tenemos que dar clase a chicos que serán economistas, químicos, físicos. Y sabemos que las necesitan. Todas las personas que tienen estudios superiores de ciencias en España saben que las necesitan. El resto de la población no lo sabe. Y claro, el resto de la población es mucha. Las matemáticas tienen el problema de que se explican mal.


P. Gran parte de su vida profesional ha estado ligada a la ecuación del calor.

R. La ecuación del calor es un modelo matemático que sirve para hacer cálculos no solo de la propagación del calor en la atmósfera o de un alto horno, sino para todos los cálculos en los que algo se difunde. Estas ecuaciones sirven para saber, por ejemplo, cómo se difunden poblaciones de bacterias.


P. ¿Cómo puede ayudarnos esta ecuación para predecir el cambio climático?

R. El problema de la ciencia es que todo lo que tiene que ver con la naturaleza en su conjunto tiene tantos componentes que es difícil hacer predicciones. El tiempo que hará mañana se predice perfectamente. Se cogen las ecuaciones del calor y las ecuaciones del transporte del viento, además de la humedad y la presión, y obtenemos la ecuación del calor y ‘unos amigos’. Este sistema se introduce en el ordenador, se programa y conseguimos una previsión muy razonable para el día de mañana. Incluso para dentro de cinco días. Pero al cabo de este tiempo, curiosamente, los errores acumulados la hacen poco valiosa. Esa es la humildad de la ciencia.


P. De ahí la lógica cautela a la hora de predecir el cambio climático.

R. Si no predecimos con exactitud el tiempo a cinco días, ¿cómo podemos predecir lo que pase dentro de cien años? Ahí el científico debe ser prudente. Las personas que utilizan la ciencia para predecir lo que no se puede predecir son muy militantes pero no muy científicos. Sin embargo, sí hay una parte muy seria de la ciencia que advierte de un peligro. Y es razonable actuar en función de esas previsiones.


P. En el mundo de las matemáticas brillan con luz propia celebridades que dieron nombre a teoremas, fórmulas y ecuaciones.

R. Nosotros vivimos una religión, muy nuestra, con sus propios santos. Después del tiempo que llevo en esto, para mí son mi familia. Newton, Gauss, Riemann… Para mí son más familia que Cervantes.


P. ¿Y Newton en particular?

R. Para mí es el padre. Él cambió la vida en este mundo. Inventó la teoría de la gravitación y predijo el movimiento de los astros. Hoy en día, la sonda espacial va a Plutón y vuelve siguiendo los enunciados de Newton y no se equivoca. Newton inventó ese concepto increíble que es la derivada. Para los científicos, el poder hacer derivadas integrales es lo que permite hacer todos los cálculos.


P. ¿Es accesible esa comprensión a todos los mortales?

R. Tenemos el reto de comprender esos mundos maravillosos. Son muchas horas. Newton no se hace amigo nuestro en cuatro mañanas, son muchas horas de trabajo hasta ver ese mundo en el que las derivadas se hacen amigas. Eso es lo que intento transmitir.