LOTERÍA DE NAVIDAD

El sorteo de la revolución

El Gobierno planea privatizar un 30% de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), un organismo que además se va a transformar en sociedad estatal, lo que ha generado una fuerte contestación por parte de los loteros.

La instalación de los bombos ya está en marcha.
El sorteo de la revolución
EFE

El más tradicional y popular del año, el sorteo extraordinario de Lotería de Navidad, llega este año en plena revolución, inmerso en un proceso de modernización, y también de privatización parcial, del sector del juego estatal.

El Gobierno planea privatizar un 30% de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), un organismo que además se va a transformar en sociedad estatal, lo que ha generado una fuerte contestación por parte de los loteros, que insisten y reiteran que el sector del juego estatal está perfectamente saneado económicamente y no necesita la entrada de empresas privadas.

Pero el Gobierno es tajante desde que puso en marcha su intención de abrir el organismo al sector privado: nada va a cambiar para los cerca de 4.000 loteros que existen en España con la entrada de capital privado, aunque este sí puede contribuir a racionalizar el modelo de gestión, a modernizar el organismo y su red de ventas y a diferenciar con mayor nitidez las funciones de operador y de regulador que hasta ahora desempeña.

Con ese ambiente en la trastienda de las administraciones llega mañana el Sorteo de Navidad, y los ciudadanos, ajenos claro a ese proceso de transformación, vuelven a depositar en él, y sobre todo en el Gordo, una gran parte de sus expectativas de mejorar. No en vano se trata del sorteo más arraigado de España, en el que los ciudadanos gastan unos 3.000 millones de euros (el 30% de la facturación anual de la LAE) y no es el que más millonarios hace, pero sí el que más premios reparte.