Tercer Milenio

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'Libro de notas' repasa la historia del cine de ciencia ficción español
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Los cefalópodos (pulpos, sepias y calamares) son los grandes maestros del camuflaje activo. Para ello cuentan con cromatóforos, unas células cargadas de pigmentos que permiten al animal cambiar rápidamente de aspecto para mimetizarse con el entorno o para comunicarse con otros individuos. En este impresionante vídeo publicado en el blog ‘La ciencia es bella’ se observa cómo los cromatóforos del calamar Loligo pealeii protagonizan una especie de danza de colores. Incluso parecen tener vida propia… “Si alguien te dice: ‘Ojalá te bese una tía buena hecha de antimateria’ es que no te quiere.” Así arranca este post en el que Maikelnai nos cuenta que científicos del CERN encargados del experimento Alpha acaban de conseguir, por primera vez en la historia, producir y atrapar átomos de antimateria usando campos magnéticos. “No han sido muchos, se crearon miles de átomos de antihidrógeno y solo se atraparon 38. Y, además, esos 38 átomos permanecieron atrapados únicamente 0,17 segundos, pero aún así el avance es mayúsculo”. En ‘Libro de notas’, Alfonso Merelo publica este mes un interesante repaso a la historia del cine de ciencia ficción español de finales del siglo XX. Entre las películas destacadas aparece ‘Remando al viento’ (1987), donde Gonzalo Suárez explica la creación del mito de Frankenstein, con Hugh Grant en el reparto. Y ‘Acción Mutante’ (1992), de Álex de la Iglesia, que según Merelo, “usa la ciencia ficción como excusa para mostrar las lacras de todos los estamentos sociales”. Sin olvidar la genial ‘Abre los ojos’ (1997), que suposo el éxito para Amenábar.