Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Una bola de cristal 2.0

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El impacto de las redes sociales va mucho más allá de lo personal. Científicos de la Universidad de Louisiana (EE. UU.) acaban de demostrar que realizar el seguimiento de enfermedades como la gripe monitoreando redes sociales como Twitter es más eficaz y menos costoso que usar los métodos tradicionales. “Los Centros de Control de Enfermedades generan informes con estimaciones semanales; con las redes sociales las predicciones pueden ser diarias”, explica el investigador Aron Culotta.


Por otra parte, una investigación publicada en la revista International Journal of Emergency management demostró que cuando se produce una catástrofe o un desastre como el reciente terremoto de Haití, el uso que hacen los usuarios de las redes sociales para compartir información puede resolver muchos problemas de comunicación, fomentar la cooperación e incluso ayudar al reencuentro con familiares. La clave reside en que a través de las redes sociales millones de personas comparten a diario pequeñas dosis de información sobre sus vidas, su entorno o su experiencia que, analizadas con las herramientas adecuadas, pueden convertirse en un ‘sensor’ de lo que está sucediendo en cada momento.


E incluso de lo que sucederá en el futuro, según el sociólogo neoyorquino de Yahoo research Duncan Watts, que ha demostrado que a partir de los mensajes publicados en las redes sociales es posible predecir cuál será la taquilla de una película, el éxito de una canción o si un político ganará o no unas elecciones. Por si fuera poco, en la Universidad de Indiana han logrado predecir los resultados de la bolsa, concretamente del Índice Dow Jones, con hasta 6 días de antelación monitorizando el estado de ánimo de los usuarios de Twitter a nivel mundial.