En la presentación de este proyecto, se explica que, con él, “Ibercivis pasa a investigarse a sí mismo”. Ahora se pide a los participantes, que ya prestaban sus equipos informáticos para hacer investigaciones, que “vayan un poco más allá y se conviertan en parte directa del experimento”, que aumentará su relevancia científica si participa mucha gente. ¿Cómo?

Cada persona registrada en Ibercivis podrá invitar a participar a cuantas personas desee, sean ya parte de Ibercivis o no. Las personas que acepten su invitación y se registren en Ibercivis serán ‘hijas’ de la anterior. Se irá conformando así un gran número de árboles genealógicos, cuya topología y evolución serán estudiadas por el investigador del Bifi (Instituto de Biocomputación y Sistemas Complejos) Yamir Moreno. El estudio del comportamiento de redes complejas se puede aplicar también a campos como la sociología (cómo se extiende un rumor, el márquetin en la Red) o la medicina (propagación de pandemias).

Para animar el crecimiento de Ibercivis, los participantes en el experimento podrán optar a varios premios, que estarán basados en el número de ‘descendientes’ que obtenga cada uno.