En 1868 un vigésimo de lotería general salía por el pico de un escudo (10 reales). En esa época los premios que podían sacarle a uno de pobre, o al menos permitían darle una alegría al cuerpo, eran los tres más altos de 60.000, 20.000 y 10.000 escudos cada uno, además de 5 premios de 2.000 escudos, otros 10 de 1.000 y 850 de 200 escudos. Hay que echarle imaginación, no basta con la calculadora.

Una de estas papelas, que forman parte de la historia de este juego de azar de tradición centenaria, se puede contemplar en la exposición que hasta el 15 de enero ocupa el patio del Archivo Provincial de Zaragoza. Se centra en la lotería moderna, que nació en Cádiz en 1811, aunque su origen data de la época de Carlos III. La muestra ha sido organizada por la zaragozana Lotería del Rosario, que conmemora así sus '150 años contigo'. El material pertenece a Alejandro Aznar, que regenta desde 1998 este negocio familiar y atesora una colección de unas 4.000 piezas.

"En la guía de Zaragoza publicada en 1860 (este antepasado de las páginas amarillas está en una de las vitrinas) hemos encontrado la primera referencia a la lotería del Rosario junto a una hornacina que había en la confluencia de las calles de Don Jaime y Mayor", explica Alejandro Aznar.

Recorrer los anales de estos billetes de ida hacia la fortuna a través de 150 originales puede ser un pequeño y entretenido consuelo para quienes hoy no resulten agraciados. Entre los más antiguos que se exhiben hay una participación de Navidad de una peseta del 22 de diciembre de 1921 (entonces se podían vender en las administraciones). Entre los boletos singulares llaman la atención las participaciones de 1933 de la Agrupación de Sordomudos de Zaragoza. Son unos de los favoritos de Alejandro Aznar: "Ahora hemos comprobado que conservan el mismo logotipo que antes, es un cliente que tenemos desde hace 77 años y que ya forma parte de nuestra historia familiar", cuenta.

Uno se encuentra hasta con una trama propia de 'CSI'. Una de las curiosidades más llamativas consiste en tres décimos falsificados, de mayo de 1989, que llevan el sello de 'pagado'. En las fotografías que los acompañan, realizadas por la policía científica y que se utilizaron como prueba en el juicio contra el autor, se aprecian algunos de los retoques realizados en todos ellos en la terminación 5 para que resultaran un poco más 'atractivos'. "Este tipo de picaresca no es habitual, es la única ocasión en que hemos tenido un caso de estos, lo más común es colar billetes falsos, antes de 5.000 pesetas y hasta hace poco de 20 euros", reconoce Alejandro Aznar.

No faltan las tiradas especiales emitidas para la celebración del Mundial de Fútbol de 1982, la tauromaquia, los pintores españoles, las artes y oficios y las fiestas españoles, por ejemplo. ¿Referencias a Aragón? Una ilustración de la basílica de Nuestra Señora del Pilar en un décimo del 13 de octubre de 1962 y una curiosa alusión a las fiestas del Pilar y la Hispanidad de 1966 protagonizada por una indígena y un conquistador en actitud amigable. Y por si la suerte también toca en forma de goles: un décimo navideño de 1982 con la imagen del estadio de la Romareda.