Setenta jinetes reviven la trashumancia con vacas y a caballo por los montes de Aranda


Por segundo año, el encuentro ecuestre incluyó un homenaje a los pastores que trasladaban su ganado en busca de pastos

Los caballistas, conduciendo al rebaño de vacas avileñas por los montes de Aranda.
Setenta jinetes reviven la trashumancia con vacas y a caballo por los montes de Aranda
Heraldo

Unos setenta jinetes revivieron ayer la trashumancia a caballo trasladando un rebaño de vacas avileñas por los montes de Aranda de Moncayo. Por segundo año consecutivo, el encuentro ecuestre que desde hace nueve veranos se celebra en este pequeño municipio de la comarca del Aranda incluyó también un homenaje a los pastores que movían su ganado en busca de pastos .


La jornada, organizada por la  Asociación Cultural y Deportiva Aranda Ecuestre, congregó a más de 400  personas que asistieron como público tanto en el campo como en las calles de la localidad. Además, un grupo de unos 25 senderistas acompañó a los caballistas a pie en su recorrido de cinco kilómetros por distintos parajes de Aranda de Moncayo.


La trashumancia es una actividad muy viva. De hecho, según las estadísticas del Departamento de Agricultura de la DGA, este verano unas 230.000 ovejas han sido conducidas hasta el Pirineo oscense desde 375 explotaciones ovinas de todo Aragón y 30 más de otras comunidades. Sin embargo, esta práctica tiende a verse como un  oficio del pasado.


«En otros pueblos también hacen recreaciones de la trashumancia, pero en Aranda además contamos con un paisaje privilegiado –destaca la presidenta de la entidad ordanizadora, Silvia Caballero–. Por eso en la asociación pensamos en hacer nuestro propio homenaje a los pastores trashumantes y a nuestros antepasados».Vacas totalmente mansas

La primera recreación de la trashumancia tuvo lugar en julio del año pasado y juntó a medio centenar de caballistas. Ayer, en Aranga se reunieron unos 70 caballistas, que con sus monturas condujeron una docena de vacas avileñas del ganadero de Aliaga (Teruel)Ángel Escorihuela. «Normalmente la trashumancia se hacía con ovejas, pero también podía hacerse con ganado bovino o caballar», recuerda Caballero, quien aclara que los animales con los que se hizo la actividad de ayer eran totalmente mansos.


Los participantes en el traslado –tanto si iban a caballo o a pie– se congregaron en las Ventas de Maidevera a primera hora de la mañana. Allí disfrutaron de un almuerzo e iniciaron la marcha con las vacas avileñas.


A lo largo del recorrido hubo varias paradas para avituallarse, y finalmente parte de los jinetes –todos no cabían– condujeron al ganado por las calles de Aranda hasta llegar a la plaza, donde las reses fueron introducidas de nuevo en el camión. Después hubo un vermú y a continuación todos los participantes en la marcha volvieron a las Ventas de Maidevera, donde se celebró una comida de hermandad.


La II trashumancia con vacas avileñas, la IX concentración ecuestre y el I encuentro senderista de Aranda de Moncayo han contado con la colaboración económica del Ayuntamiento de la localidad, de la comarca del Aranda, de la Diputación de Zaragoza y de la Asociación Aratis Cultural. Además, los organizadores agradecieron toda la ayuda que también han prestado el resto de asociaciones del municipio y los establecimientos de toda la comarca que han apoyado esta iniciativa.