Tercer Milenio

En colaboración con ITA

investigación

Dime qué genética tienes y te diré cómo te sientan los fármacos

Investigadores del CNIO han analizado cómo responde la población española a fármacos comunes según su genética para poder ajustar los tratamientos. Se considera que los efectos adversos a medicamentos suponen la quinta causa de muerte en España.

Los autores del trabajo, de izda. a dcha: Belén Herráez, Anna González Neira, Rocío Núñez, Charo Alonso, Guillermo Pita y Nuria Álvarez, en el CNIO.
Los autores del trabajo, de izda. a dcha: Belén Herráez, Anna González Neira, Rocío Núñez, Charo Alonso, Guillermo Pita y Nuria Álvarez, en el CNIO.
Laura M. Lombardía. CNIO

Un grupo investigador del Centro Nacional de Investigación Oncológica (CNIO) ha analizado cómo responde la población española a fármacos comunes según su genética. Este estudio que analiza el impacto de la genética en la respuesta a fármacos acaba de ser publicado en la revista 'Pharmaceutics'. El trabajo se centra en 21 genes con un papel en el metabolismo, transporte o dianas de los fármacos más comunes. 

El estudio es fruto del análisis en profundidad de la información genética de 3.006 personas que constituyen una muestra representativa de la población española. Según explican desde el CNIO en un comunicado, los resultados indican que el 98% de nuestra población porta al menos algún gen farmacogenético [gen relevante para la interacción con fármacos] con variantes que podrían afectar a la respuesta a los tratamientos.

Anna González Neira, jefa de la Unidad de Genotipado Humano del CNIO y directora del trabajo, considera que la práctica totalidad de la población, por tanto “podría beneficiarse del uso de esta información para personalizar su tratamiento y, en consecuencia, mejorar la respuesta al mismo". Es decir, “los tratamientos podrían ajustarse a lo más adecuado para cada individuo de acuerdo con sus genes farmacogenéticos, de forma que fueran más eficientes y seguros”.

Así, un 50% de la población se beneficiaría de cambios en los tratamientos habituales con antidepresivos tricíclicos, y un 10% de ajustes en determinados anticoagulantes, antitumorales e inmunosupresores, entre otros medicamentos. Estos cambios van desde la búsqueda de un fármaco alternativo a la prescripción de una dosis diferente a la estándar.

“Nuestro estudio aporta una valiosa información de referencia para ayudar a implementar el diagnóstico farmacogenético en España”, añade González Neira. 

Se considera que los efectos adversos a medicamentos suponen la quinta causa de muerte en España. Uno de los factores que contribuyen a su aparición es la variabilidad genética humana: aunque un medicamento sea efectivo para la mayor parte de la población –por eso se aprueba--, puede no ser útil, o incluso ser perjudicial, para personas con un determinado perfil genético. 

Antidepresivos, ibuprofeno, simvastatina y 50 fármacos más

Entre los 64 fármacos analizados hay algunos tan comunes como la simvastatina –empleado para bajar el colesterol-, los antidepresivos tricíclicos, el antitumoral tamoxifeno y el inmunosupresor Tacrolimus.

“Nuestro estudio pone de manifiesto que los pacientes tratados con antidepresivos tricíclicos son los que más podrían beneficiarse de la implantación de un diagnóstico farmacogenético, ya que alrededor del 50% españoles necesitarían la prescripción de un fármaco alternativo o una disminución de la dosis inicial”, escriben los autores.

Además, “alrededor de un tercio de la población necesitarían una prescripción diferente para la terapia antirretroviral, los opioides y algunos antitumorales, como el tamoxifeno. Por otro lado, la familia de los antiinflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno, la simvastatina, la terapia anticoagulante con clopidogrel y el inmunosupresor Tacrolimus parecen estar alterados en ~10-20% de la población española”, añaden. 

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