Estos son los ochos mejores alimentos para ganar masa muscular
La dieta debe incorporar productos ricos en las proteínas fundamentales para tonificar el cuerpo, y esto ha de combinarse con la práctica de deporte.
Ya el oficial: ha comenzado la famosa operación bikini. El buen tiempo da pistas de que el verano se acerca y, con ello, son muchos los que se preocupan por llegar a la época estival en un buen estado de forma. Aunque, para ello, hay que consultar con profesionales y expertos en nutrición, es clave realizar deporte, sin olvidar que esto debe compaginarse con una dieta saludable y equilibrada, compuesta por alimentos que ayuden a ganar masa muscular. Estos son aquellos que contienen las proteínas fundamentales para tonificar el cuerpo, aceleran el metabolismo y, además, son saciantes, algo ideal si se busca adelgazar.
Para alcanzar los objetivos físicos, hay que tratar de minimizar el consumo de productos procesados, que tienen una gran cantidad de grasa saturada, sal y azúcar, lo que se traduce en un aporte calórico muy alto. Solo así se podrá ganar masa muscular y, por ende, tener un organismo más saludable y resistente.
Por tanto, la dieta debe tener un equilibrio de nutrientes, sobre todo entre proteínas y carbohidratos, que permiten que el cuerpo forme, mantenga y recupere la masa muscular, así como que se recupere tras la práctica de ejercicio. En concreto, hay ocho alimentos que aumentan la tasa metabólica, ayudan a evitar fracturas y mejoran la postura.
Carne magra
La carne magra debe ser un alimento imprescindible en la dieta de todas las personas que quieran ganar masa muscular, ya que contiene diversos tipos de nutrientes que favorecen la tonificación del cuerpo, incluyendo hierro, zinc y vitaminas B.
Otra de sus ventajas es que aporta proteínas de alta calidad, y un elevado nivel de aminoácidos, que promueven el crecimiento muscular. Es por ello por lo que esta es una buena opción para quienes quieran bajar de peso.
Pollo
Una de las mejores fuentes de proteína de alta calidad es el pollo, ideal para el mantenimiento y la reparación de los músculos, y el cuidado de los huesos. Además, tiene un bajo aporte calórico.
Tiene el beneficio de que se puede cocinar de diversas formas y es fácil encontrarlo en cualquier supermercado cortado en porciones individuales, que se pueden sazonar y preparar con rapidez.
Queso batido o requesón
A pesar de que no es demasiado conocido, el requesón es prácticamente pura proteína de caseína, de lenta digestión, por lo que es perfecta para el mantenimiento de los músculos. Esto es muy positivo, sobre todo, para las personas que pasan largos periodos sin comer. A ello se une que es una fuente de vitamina B12, calcio y otros nutrientes importantes.
Pescado
El pescado tiene un alto porcentaje de proteínas, es bajo en grasas y rico en ácidos grasos omega-3. Estos últimos ayudan a la pérdida de grasa y garantizan el buen funcionamiento de los procesos del organismo, como el metabolismo.
Huevos
Los huevos cuentan con una proteína de alta calidad, nueve aminoácidos esenciales, colina, vitamina D y grasas adecuadas.
A su vez, en contra de lo que algunos creen, no son perjudiciales para la salud, por lo que es su consumo es recomendable.
Aguacate y otras grasas saludables
Sí, hay que consumir grasa, pero siempre que esta sea “buena”, dado que es imprescindible para el crecimiento muscular y, por supuesto, para muchas funciones y el correcto funcionamiento del organismo. Además, son muy útiles para la producción de hormonas –de crecimiento y testosterona-, lo que impulsa el aumento de masa muscular.
Estas grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas se pueden encontrar en aguacates, aceites como el de linaza, semillas, frutos secos, verduras de hoja o salmón. Otra de sus ventajas es que son ricas en ácidos grasos omega-3 y omega-6.
Avena
Como era de esperar, en esta lista para preservar los músculos no podía falta la avena, repleta de fibra y carbohidratos, lo que se debe a su bajo índice glucémico y a que apenas se procesa. Esto tiene múltiples beneficios: aumenta la saciedad, disminuye el hambre, y contribuye a la pérdida de grasa y a un menor consumo de energía.
Frutas y verduras
Una rica fuente de antioxidantes son las frutas y verduras, que son indispensables para el funcionamiento saludable del sistema inmunológico. Pero esto no es todo: proporcionan toneladas de nutrientes como la vitamina C, vitamina E y betacaroteno.
Asimismo, estos alimentos contienen fibra que ayudan a tener digestiones adecuadas, no pesadas, y a la absorción de nutrientes.
