Los cinco panes que más sacian y menos engordan
La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir unos 250 gramos diarios si se lleva una alimentación equilibrada y se realiza deporte.
Si hay un alimento que está presente en la dieta diaria de buena parte de la población española, es el pan. Una tostada en el desayuno, un bocadillo en la merienda, un pincho a mediodía, para acompañar la cena... Son muchas y muy diversas las formas de consumirlo. Aunque hay quienes creen que para adelgazar tienen que dejar de comerlo, lo cierto es que no es así. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ingerir unos 250 gramos, siempre y cuando se lleve una vida equilibrada y se realice ejercicio. Quienes se tomen a rajatabla este consejo, pueden optar por los cinco panes que más sacian y menos engordan.
Este producto contiene hidratos de carbono, una fuente de combustión importante para el organismo, y almidón, que proviene de las plantas y produce una liberación lenta y constante de energía. Esto ayuda a combatir la aparición de antojos de carbohidratos durante el día, por lo que resulta más sencillo seguir la dieta.
Los cinco tipos de pan que se mencionan a continuación tienen las mismas calorías: unas 70 por porción. Y coinciden en algo más: aportan mucha fibra. Esto está relacionado con una menor absorción de glucosa, es decir, su consumo hace que haya menos nivel de azúcar en sangre y, por ende, que el peso se regule al no haber cambios bruscos de energía.
Pan de centeno
Una de las mejores opciones para sustituir el pan blanco es el pan de centeno, aunque hay que asegurarse de que no lleva aditivos en su composición. Este es el que más fibra y nutrientes tiene, además de ser una fuente de hierro y vitaminas B.
No cabe duda de que es uno de los más saludables: gracias a que es muy compacto, es bajo en grasa. Una de sus características que lo hacen ideal es su alto contenido en minerales y ácidos grasos saludables.
Pan de trigo integral
Aquellos que se decanten por el pan de trigo integral deben comprobar que sea 100%, con grano entero, y que la harina sea de trigo. Este contiene mucha fibra, vitaminas y minerales, por lo que es muy saludable para comerlo en cualquier momento del día, a diferencia del blanco, aunque es el que más se asemeja a él.
Otra de sus ventajas es que ayuda a reducir la presión arterial y a controlar los niveles de azúcar en sangre, disminuye el colesterol y regula el tránsito intestinal. Además, cuenta con un alto porcentaje de carbohidratos complejos, esto es, nutrientes que el organismo convierte en energía y no se acumula como grasa, a diferencia de los carbohidratos simples.
Pan de multicereales
El pan de multicereales es un buen sustitutivo del pan blanco y muy adecuado para adelgazar, puesto que es rico en cereales como la cebada, el trigo o la avena, así como la fibra, lo que ayuda a saciarse antes y a regular el tránsito intestinal.
A su vez, tiene un alto porcentaje de vitaminas B1, B2 y B6: la primera mejora el estado de ánimo, la segunda es eficaz para prevenir ciertas enfermedades como las cataratas o el cáncer, y para mejorar el sistema inmunológico, y la tercera es fundamental para el correcto funcionamiento del organismo.
Pan de espelta
El pan de espelta lleva tan solo dos ingredientes: grano integral de espelta germinado y agua, por lo que es muy nutritivo y saciante. Para elaborarlo, se germina la espelta en agua durante dos o tres días, se muele y se cuece a baja temperatura.
La espelta cuenta con un 75% de carbohidratos y un 15% de proteínas, que incluye lisiana, un aminoácido imprescindible para la absorción del calcio y el desarrollo de las defensas. De igual forma, se considera un cereal muy completo por su bajo aporte de grasas y su gran cantidad de vitamina B.
Pan de avena
Otra alternativa ideal para quedarse saciado y, además, reducir el colesterol es el pan de avena, que tiene gran cantidad de fibra soluble, hierro, calcio y proteínas, y es muy ligero.
Por si esto fuera poco, destaca por su bajo contenido de gluten y por ayudar a mantener un nivel controlado de colesterol. Asimismo, es un carbohidrato complejo, lo que supone que la energía que aporta durante el día se consume lentamente y mantiene más tiempo saciados.
