Estos son los alimentos que pueden aumentar el riesgo de demencia

Según el estudio nutricional hecho público esta semana por la revista ‘JAMA Neurology’, este tipo de alimentos supone (por término medio) más del 20% de las calorías diarias que ingerimos.

Alimentos ultraprocesados.
Alimentos ultraprocesados.
K. U.

Evitar el consumo habitual de alimentos ultraprocesados es una recomendación habitual desde la clase médica, por razones nutricionales y las afecciones a medio y largo plazo derivadas de esta alimentación desordenada. No es una cuestión de demonizar estos alimentos, sino de no convertirlos en un recurso continuo: pizza congelada, hot dog, patatas fritas, galletas, refrescos, helados… de hecho, y según el estudio nutricional hecho público esta semana por la revista ‘JAMA Neurology’, este tipo de alimentos supone (por término medio) más del 20% de las calorías diarias que ingerimos. Lo que no se había comentado tanto hasta ahora es que esta mala pauta alimenticia puede favorecer la aparición del deterioro cognitivo y funcional.

¿Qué es un alimento ultraprocesado?

Se entiende por alimento ultraprocesado el que presenta una formulación industrial de sustancias alimentarias (aceites, grasas, azúcares, almidón y proteínas aisladas) que contienen poco o nada de alimentos enteros y suelen incluir saborizantes, colorantes, emulsionantes y otros aditivos cosméticos. Es sabido que la ingesta desordenada de calorías procedentes de alimentos ultraprocesados puede derivar en obesidad, diabetes tipo 2, problemas cardíacos y coronarios y ciertos tipos de cáncer, por los conservantes y colorantes que incorporan, además de sus elevados contenidos de azúcar, sal y grasas polisaturadas.

Cómo afecta al cerebro la mala alimentación

La parte del cerebro que maneja la capacidad de procesar información y tomar decisiones resulta claramente afectada por esta mala alimentación, según el estudio. Los hombres y mujeres que participaron en él y llevaban la citada ingesta excesiva de alimentos ultraprocesados presentaban una tasa de deterioro de la función ejecutiva un 25% más rápida, y una tasa de deterioro cognitivo general un 28% más rápida, si se les comparaba con quienes comían una menor cantidad de alimentos excesivamente procesados.

El estudio también ofrece otras conclusiones. Si la calidad general de la dieta era elevada, porque las personas analizadas también comían muchas frutas y verduras sin procesar, así como cereales integrales y fuentes saludables de proteínas, la asociación entre los alimentos ultraprocesados y el deterioro cognitivo desaparecía, según explicó el doctor David Katz, especialista en medicina preventiva y nutrición.

El estudio, desarrollado por un equipo de facultativos e investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo (Brasil), se presentó en sociedad en agosto de este año, durante la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzhéimer de 2022 en San Diego (EE.UU.).

El estudio es largo y la muestra humana, amplia. Se analizaron los patrones de alimentación de 10.000 brasileños durante 10 años, con mayoría de mujeres, de personas de raza blanca, universitarias y con una edad media de 51 años. Las pruebas cognitivas realizadas al principio y final del estudio analizaban el recuerdo inmediato y diferido de palabras, el reconocimiento de palabras y la fluidez verbal. Un dato adicional: el 58% de las calorías consumidas por los ciudadanos estadounidenses, el 56,8% de las calorías consumidas por los ciudadanos británicos y el 48% de las calorías consumidas por los canadienses proceden de alimentos ultraprocesados.

Referencia científica

Gonçalves, N. G., Ferreira, N. V., Khandpur, N., Steele, E. M., Levy, R. B., Lotufo, P. A., ... & Suemoto, C. K. (2022, August). Consumption of ultra-processed foods and cognitive decline in the ELSA-Brasil study: a prospective study. In Alzheimer's Association International Conference. ALZ.

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