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El glaucoma, la "ceguera silenciosa" que afecta a un 5% de los mayores de 60 años

Con motivo de la campaña 'Yo me trato y no miento', pacientes y expertos destacan la importancia del diagnóstico precoz y la adherencia a los tratamientos para evitar el avance de la enfermedad.

Josefina Moreno, de 90 años, en la Unidad de Glaucoma del Miguel Servet, donde le han operado de los dos ojos.
Josefina Moreno, de 90 años, en la Unidad de Glaucoma del Miguel Servet, donde le han operado este año de los dos ojos.
Francisco Jiménez

Más de 30.000 aragoneses sufren glaucoma, la segunda causa de ceguera a nivel mundial, aunque un alto porcentaje de ellos no lo sabe debido a que se trata de una "enfermedad silenciosa" que solo da síntomas cuando ya está avanzada. Es el caso de Josefina Moreno, una nonagenaria de la capital aragonesa que ha sido operada de los dos ojos este año tras sufrir primero un repentino dolor en el izquierdo, del que la tuvieron que operar de urgencia el pasado mes de marzo. 

"Lleva todo el año en tratamiento. Hasta ahora ella iba aguantando… y al final casi se juega la visión de un ojo. No ha sido de las que se fueran a revisar la vista porque veía bien, pero cuando le pasó llamaron al botón de la teleasistencia y enseguida nos derivaron", cuenta su sobrina Mari Paz, que la acompañó este martes a la revisión de ambos ojos. 

Los expertos calculan que a partir de los 60-70 años hay un 5% de afectados de glaucoma, pero "muchas de esas personas no lo saben porque esta patología no da señales de alarma hasta que está ya muy avanzada", advierte Luis Pablo, jefe de servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Miguel Servet y presidente de la Sociedad Española de Glaucoma (SEG).  

Para prevenir esta patología, este especialista hace hincapié en la importancia del diagnóstico precoz, que se consigue por medio de revisiones de la presión ocular del ojo, "recomendables" a partir de los 40 años. "Suele haber personas más jovenes diagnosticadas, pero afortunadamente cada vez vemos menos pacientes con un glaucoma ya avanzado a edades tempranas. Antes se ha diagnosticado o se ha visto gracias a las campañas de concienciación y a la atención que se da en la sanidad pública y en la privada", destaca este experto.

Uno de los síntomas más frecuentes de la enfermedad es la pérdida progresiva de visión, que solo puede frenarse siguiendo las pautas fijadas por los médicos oftalmólogos. "Una vez detectado el glaucoma, se pone tratamiento -gotas- y si vemos que la enfermedad sigue avanzando porque no ha sido suficiente hay que pasar a un tratamiento quirúrgico", explica Pablo. En concreto, en la unidad de glaucoma del Servet operan entre 600 y 700 casos al año, y exiten varios tipos de cirugía para tratar esta afección, desde la tradicional abierta a la microincisional (mucho menos invasiva) y que ha colocado al Servet a la cabeza en el tratamiento del glaucoma.

Los expertos recalcan que siempre que se opera es para intentar estabilizar la enfermedad. "Lo que se ha perdido, ya no se puede recuperar", indica Pablo. Esta es, a juicio de la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (Agaf), una de las razones que complican la adherencia a los tratamientos. 

Para esta asociación de pacientes resulta preocupante que alrededor del 40% de los recién diagnosticados de esta patología, lo que se traduciría en unos 5.780 aragoneses, no siguen adecuadamente las prescripciones médicas, lo que conlleva un aumento muy elevado de la pérdida visual. 

"Es muy importante saber que mantener estas pautas lo que nos va a evitar es el avance de la enfermedad y, por tanto, de nuestra ceguera, por eso, nunca debemos dejar de lado nuestros colirios y medicamentos", destaca Joaquín Carratalá, presidente de AGAF. 

Del 17 al 30 de octubre, la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF) ha decidido realizar una campaña de concienciación destacando la importancia de seguir de forma "exhaustiva y adecuada" cada uno de los tratamientos contra el glaucoma prescritos, los cuales pueden ser médicos (gotas y en algunos casos comprimidos), quirúrgicos o con cirugía láser. Bajo el lema 'Yo me trato y no miento… sigue los tratamientos' abogan por mantener el método y el orden en las prescripciones médicas sin engañar a los profesionales sanitarios puesto que "el avance de la enfermedad ya les va a denotar que las pautas o no se han seguido o no se han realizado adecuadamente", indica Carratalá.

La propia Asociación señala que muchas veces los colirios empleados para tratar el glaucoma tienen efectos secundarios, provocan escozor y enrojecimiento de los ojos generando que muchos pacientes opten por abandonar o no ser constantes en las pautas médicas. Sin embargo, antes de tomar esta determinación, desde la asociación insisten en la importancia de consultarlo con el especialista para tratar de buscar alternativas y elegir un colirio más adecuado.

Por otro lado, dado que el glaucoma suele afectar de forma más habitual a personas mayores, que requieren de la ayuda de un cuidador o de un familiar para la administración de las gotas, Carratalá afirma que estas personas deben estar no solo informadas sino también muy concienciadas de la importancia del tratamiento y de la disciplina que requiere para que no avance la enfermedad. "Hay veces que el colirio puede producir una pequeña irritación, y entonces decido que no me pongo la gota y ya está, lo cual es un error. Lo que hay que hacer en estos casos es ir al oftalmólogo y comentarle que ese fármaco me produce una reacción, para que el médico con buen criterio pueda cambiar la medicación", indica este paciente de 62 años, que lleva más de 30 en tratamiento y ha pasado por una veintena de cirugías a causa del glaucoma. "A mí me diagnosticaron hará unos 32 o 33 años. El glaucoma normalmente no te da ningún tipo de sintomatología o de alerta hasta que ya está avanzado, y luego cada paciente es un mundo, pero yo notaba que conduciendo en las luces de los coches que me venían de frente veía una aureola de arcoíris", recuerda Joaquín, que no le dio importancia hasta que ya fue tarde. "Cuando fui a una revisión oftalmológica tenía ya el ojo izquierdo prácticamente sin campo de visión. Tuve que pasar a la cirugía directamente para intentar mantener lo poco que veía con ese ojo. Luego el derecho lo he ido manteniendo con cirugía, tratamiento, gotas… Todo eso me ha ayudado porque aun teniendo una lesión importante, he podido trabajar e incluso conducir. De ahí la importancia de la adherencia al tratamiento", subraya este paciente. 

Para tratar de concienciar al resto de la ciudadanía de la importancia de revisar la presión ocular, una de las causas del glaucoma aunque no la única (las hay también genéticas o derivadas del envejecimiento), desde la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares han elaborado un decálogo para ayudar y guiar a los pacientes a seguir los tratamientos:

  • En primer lugar, instan a la población a "informarse y concienciarse sobre la gravedad del glaucoma" como enfermedad ocular. "La gente que se diagnostica en un estadillo inicial, ve que el campo visual que ha perdido es un 2% y piensa que está bien, pero mientras el glaucoma está haciendo su trabajo maligno por dentro", advierte Carratalá.
  • En segundo lugar, reitera que es "fundamental" la comunicación con el médico, especialmente en cuanto a las molestias que provocan los tratamientos, para intentar encontrar soluciones y conseguir un adecuado seguimiento.
  • ​"La aplicación de las gotas debe ser siempre a una hora concreta y siempre la misma", señala, para lo que aconsejan ponerse alarmas y evitar así "despistes".
  • ​En general, el seguimiento de los tratamientos requiere "constancia y disciplina", lo que se consigue estando muy pendientes de los tratamientos. 
  • ​Es importante no mentir ni ocultar a nuestros médicos ningún dato relacionado con el seguimiento de los tratamientos. "El avance de la enfermedad va a denotar que no se han seguido las prescripciones o no se ha hecho adecuadamente", concluyen desde Agaf, que con motivo de esta campaña han lanzado un reto en sus redes sociales para favorecer la participación de las familias afectadas. Según indican en una nota, las primeras 50 personas que envíen una fotografía a la dirección info@asociaciondeglaucoma.es en la que se haga referencia al seguimiento de los tratamientos del glaucoma (por ejemplo, poniéndose un colirio) recibirán una camiseta de esta campaña.
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