Qué es el ácido carboxílico, la razón por la que los mosquitos siempre te pican a ti

Un estudio de los investigadores de la Rockefeller University ha demostrado por fin por qué los mosquitos pican más a unas personas que a otras.

Un mosquito
Un mosquito
Pixabay

La jefa del laboratorio de neurogenética de la Universidad Rockefeller de Nueva York, Leslie Voshall, ha hecho público un estudio de tres años, que perseguía una explicación concreta acerca de las preferencias que muestran los mosquitos a la hora de picar a algunos humanos. Uno de los grandes misterios de la humanidad, sin duda. De hecho, antes de dar una explicación precisa, Voshall explica que no hay una base científica para la mayoría de las respuestas que se han dado a esta pregunta: no se trata del tipo de sangre, ni de la cantidad de azúcar que porte la sangre, ni de excederse con el ajo o los plátanos; tampoco son más afectadas las mujeres o los niños.

Voshall y una de las investigadoras de su equipo, Maria Elena De Obaldia, han centrado sus esfuerzos en el factor del olor y su conexión con la microbiota de la piel. Así, han concluido que los ácidos carboxílicos que emanan de la piel pueden ser un perfume muy atractivo para los mosquitos, y así lo publicaron en ‘Cell’, revista científica especializada en biología molecular.

Las medias de nailon, claves para el estudio

En el estudio se escogió una muestra de ocho personas que accedieron a llevar medias de nailon seis horas diarias en sus antebrazos durante varios días. Tras esa recogida de muestras, las investigadoras analizaron esas piezas de nailon con un olfatómetro construido por De Obaldia, en el que se emparejaban de dos en dos para testarlas con mosquitos Aedes Aegypti -que contagia el zika, el dengue, la fiebre amarilla o la temible chikungunya— y ver a cuáles se acercaban más. Una de las piezas de nailon atrajo cuatro veces más a los mosquitos que las otras ‘preferidas’ por estos insectos, y hasta 100 veces más que la menos atractiva para ellos.

La clave son los citados ácidos, que se generan en la capa de sebo que recubre la piel y son usados por las bacterias para producir un olor muy particular. Para confirmar las primeras conclusiones, las investigadoras reclutaron otras 56 personas para repetir el proceso, y ninguna superó los números de la anteriormente catalogada como gran imán para los mosquitos. De ahí surge la posibilidad, que todavía es solo una idea, de alterar el sebo de una persona muy atractiva para los mosquitos untándole un compuesto que incluya sebo y bacterias de la piel de una persona que no genera esos ácidos, para hacer así a la persona afectada alguien poco atractivo para los mosquitos, y evitar así sus picotazos.  

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